La lesión de Ismael Casas, esguince en el tobillo izquierdo de grado II, provocó cierto temor en el cuerpo técnico del Málaga. Y más después de lo ocurrido con Chavarría, que será operado este miércoles. Tal y como salió del terreno de juego, la pinta no era nada buena y, de hecho, el bravo canterano se perderá varias semanas de competición.
Pero además de ese susto por la lesión, se añadía el hecho de la posible inclusión de Alexander González, y también de Mejías, en la convocatoria de Venezuela para los partidos oficiales ante Ecuador y Perú, ambos clasificatorios para el Mundial de Catar.
Se quedaba así Pellicer sin más lateral derecho que Ale Benítez, recién renovado, pero que lleva sin jugar en Liga con el primer equipo desde noviembre. Su último encuentro fue en la derrota en casa ante el Leganés por 1-2. Más recientemente sí apareció en la Copa, contra el Coruxo y el Oviedo. Ese último duelo, el día de Reyes.
El mijeño habría sido el elegido con total seguridad para actuar ante el Logroñés este domingo. Pero la decisión de la FIFA y de la Conmebol de aplazar la doble jornada mundialista ha hecho desaparecer el temor al cuerpo técnico del Málaga. Y no ya sólo por el flanco derecho de la zaga, sino por la cantidad de profesionales con los que podría contar. Porque entre lesiones e internacionales se podría haber quedado en cuadro.