El Unicaja se merienda al Estudiantes gracias a sus triples

Los malagueños consiguen su segundo triunfo de 2021

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Unicaja Estudiantes

Los triples, esa herramienta tan utilizada por el Unicaja a comienzos de temporada, volvió a darle réditos a los malagueños en su partido ante el Estudiantes. Alonso, Wacyznski y Bouteille reinaron en un choque donde debutó, con notables números y sensaciones Malcolm Thomas. No pudo sonreír en su estreno en el banquillo colegial Jota Cuspinera, viendo cómo los suyos, con Avramovic al frente, sólo aguantaron tres cuartos. 

Y eso que el inicio, con el nuevo y coqueto parquet del Carpena, le sentó de maravilla al motivadísimo escolta serbio. Fue él, en su primer regreso a Málaga, quien desató las hostilidades. La ley del ex, ya saben. Y porque Edwin Jackson reapareció tras varios meses de baja y anda corto de rodaje. Los primeros 10 puntos de los colegiales los firmó el serbio, igual de imparable que de poco acompañado. Ocho minutos tardó Delgado en sumarse a la estadística visitante, pero ya el Unicaja, con Wacynski y Brizuela protagonizando los ataques, había abierto el primer pequeño hueco, reducido con el canastón sobre la bocina de Robertson. 

El primer acto se cerró con 20-17. Y el subidón de adrenalina aún le duró a Robertson unos segundos más para firmar dos triples consecutivos y recuperar el mando. La defensa de los de Cuspinera también subió su intensidad y el Unicaja se bloqueó sin anotar en juego durante cinco minutos. Con 22-28 le llegó la oportunidad a Malcolm Thomas. Y el debutante mostró sus armas en su primera acción: rebote ofensivo y canasta para romper la mala racha. El americano se siguió gustando -8 puntos y 2 rebotes en 5 minutos-, como también JJ Barea para neutralizar el acelerón de los anfitriones. Al descanso, igualdad a 38. 

Fríos retornaron de vestuarios ambos quintetos. Bueno, todos no. Porque Alberto Díaz continuó con su máster de forzar personales en ataque. Su conexión con Wacynski también se activó y así, con dos triples del polaco, más otros de Alonso y Abromaitis, el Unicaja dibujó una brecha de +9 (50-41). Con Avramovic demasiado tiempo sentado tuvieron que ser los interiores, Arteaga y Djurisic, y Barea, los que evitaron que el encuentro se rompiese definitivamente. 

Al último cuarto se llegó con 61-55 en el electrónico. Los nervios hicieron mella en los madrileños, lo que aprovecharon los de Katsikaris para optimizar sus recursos desde el perímetro. Un tiro lejano de Alonso y dos de Alberto Díaz pusieron tierra de por medio (74-61) con 6 minutos por jugarse. Cuspinera tiró de nuevo de Avramovic, pero como ocurrió tras el salto inicial, estuvo demasiado solo y las opciones de remontar se disiparon por completo. Al final, 91-77.

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