El Málaga perdió su partido en Gijón y ya ha visto reducido a seis los puntos con los que vive tranquilamente. Es decir, los puntos con respecto al descenso. Los blanquiazules cayeron en un partido donde el resultado más lógico hubiese sido el empate entre asturianos y costasoleños. Pellicer planteó una alineación muy ofensiva para visitar al único estadio que no conoce la derrota en Segunda División. El once titular dejó una curiosidad poco vista esta y la anterior temporada. El técnico de Castellón no puso de inicio a ninguno de los canteranos con ficha filial que tiene en plantilla.
Resulta paradójico teniendo en cuenta que de los veintitrés convocados siete eran futbolistas con dorsal del filial. Pellicer apostó por la veteranía de otro tipo de jugadores en una acción que otras veces había salido bien. El de Nules había disputado otros dos partidos este curso en los que no había alineado a ninguno de los jugadores que tienen dorsal por encima del 25. Fue en casa ante el Mirandés, en la jornada 8, la primera vez que Pellicer dejó a todos sus chavales sentados. Ante el Fuenlabrada, con victoria por 0-2, también realizó esta práctica.
Alexander González volvió a ganar la partida a Ismael Casas. En la banda izquierda Matos regresó a la alineación dejando fuera de los once elegidos a Cristo. Ramón fue baja por su lesión en el hombre pese a que entrase en la convocatoria. Larrubia no fue el elegido para intentar remontar el partido, el del barrio de La Luz no juega desde el 5 de diciembre. En la derrota contra el Zaragoza también se echó de menos que Pellicer tirase de alguno de los jóvenes para buscar la remontada. Pellicer no alineó a ninguno de los canteranos con ficha de filial de inicio por tercera vez este curso. Una victoria, un empate y una derrota es el balance.