Ha sido un año complicado en todos los sentidos. Una crisis sanitaria sin precedentes asoló el país y las consecuencias mermaron todos los aspectos, incluso el deportivo. El cuadro malagueño rozó con los dedos la gloria copera en casa y se vio con opciones de hacer algo importante en Eurocup hasta que el coronavirus dijo «se acabó» allá por marzo. De más a menos. Esta fue la sensación transmitida de un equipo que volvió a jugar una final. Unicaja 2020: ilusión por la Copa, dudas renovadas.
La aventura sobre el parqué comenzó el 7 de enero –derrota en la cancha del Tofas Bursa turco (84-82) en el estreno del Top16 en Eurocup- y finalizó en el Carpena, sin público y con la cara sonrojada tras caer en la prórroga ante el Real Betis en el regreso de Joan Plaza a la Costa del Sol (111-114). El conjunto de Los Guindos ha disputado en el ejercicio 2020 40 partidos oficiales en los que ha completado un balance de 25 victorias y 15 derrotas.
Febrero fue la fecha marcada en el calendario verde con una cruz roja y en grande. Jugar la Copa del Rey como anfitrión era un orgullo que no vivía la entidad verdimorada desde 2014. El camino cajista arrancó con triunfo sobre Zaragoza en cuartos (90-86) y continuó en semifinales tumbando al Andorra (59-92), pero el sueño se desvaneció en la final frente a un gran Real Madrid con dos superlativos Facu Campazzo y Edy Tavares (68-95).
Llegó marzo y se confirmó el peor de los temores. Arrancó el confinamiento y los estamentos deportivos aplazaron sus competiciones hasta, finalmente, suspenderlos. Esto pasó con la Eurocup, torneo en el que Unicaja pudo llegar a hacer algo importante si no hubiese sido por el virus. Los malagueños tenían en el punto de mira al Reyer Venezia italiano en los cuartos de final y con el factor cancha a su favor. Varapalo para el 2020 cajista al que le quedaba mucho por vivir.
Mediados de junio. La burbuja baloncestística rodeó la provincia del Turia y los de Casimiro jugaron la Fase Final de la Liga Endesa. Le tocó compañeros de grupo férreos: Iberostar Tenerife, Barça, Joventut, Baskonia y Bilbao Basket. Victorias ante canarios en el debut (70-83), Penya (89-98) y negros (78-65); derrotas en la segunda jornada ante blaugranas (73-84) y en la «final» de la cuarta fecha ante el que acabaría siendo campeón en la Fonteta: los de Gasteiz (87-86).
El ejercicio 19/20 fue notable alto en clave cajista. Llegó la 20/21 con caras nuevas y comenzó a destacar el ’10’, quien no pudo competir en Valencia por coronavirus: Francis Alonso. Con 8/8 en triples en su debut de pretemporada, la afición comenzaba con una sonrisa el nuevo curso hasta el día de hoy. El respetado del Martín Carpena no confía en su entrenador. Dudas renovadas respecto a la figura del manchego al frente de la pizarra, además de que el billete a la Copa del Rey depende de los dos próximos compromisos ligueros: Burgos a domicilio y Baskonia, vigente campeón, en casa.
Ilusión por la Copa, el Unicaja volvió a disfrutar una final -y en su ciudad-; dudas renovadas, porque la situación de Luis Casimiro al frente comienza a temblar. El 2020 cajista ha sido, en líneas generales, positivo. La mente ya está pensando en 2021. El viaje al torneo del KO peligra y la masa verde demanda un cambio en el estilo de juego, además de nuevo pívot, la demarcación en la que más flojea su equipo y donde más daño le hacen sus rivales. Por un año nuevo lleno de salud y mucho baloncesto.
