El 2020 se cierra para el Málaga recibiendo al Logroñés en casa. En una Rosaleda donde el equipo no gana desde que lo hiciera ante el Sporting el 22 de octubre. Desde entonces, cinco partidos con dos empates y tres derrotas. «Los números están ahí. Si no ganas es por algo, no sacamos los puntos que tenemos que tener como local. Más allá de todos los análisis, el nivel mental es distinto, hay que mantener un equilibrio durante los 90 minutos y lo hemos conseguido más fuera que en casa«, ha justificado Pellicer.
Esa mentalidad es la que deben cambiar los malaguistas para acabar con la mala racha. «Puede ser ansiedad, ganas, exigencia y responsabilidad como local, pero debemos mantenernos en ese equilibrio. Tenemos que saber reactivarnos como en el partido del Lugo. Ese es el mensaje que tenemos que dar, de optimismo. Mañana es un día para nosotros tremendamente importante porque sabemos que ganar nos marcaría una distancia y con un registro y sensaciones positivas para comenzar el año con esa energía. Ojalá que se quede en una anécdota esto«.
Lo que está claro es que, incluso con nervios y ansiedades, no hay nada que objetar a la plantilla. «La actitud de los jugadores es de diez. Sabemos nuestra responsabilidad y acabar el año con una victoria y mantener la distancia y acercanos a los puestos del segundo pelotón sería importantísimo».
