Se muerden la lengua en el Málaga por la actuación del VAR en el último encuentro ante el Cartagena. En esta Liga, hay ciertas libertades de expresión que un entrenador o jugador no puede tomar a la ligera. Cualquier crítica, por pequeña que sea, a una actuación arbitral, puede conllevar sanción.
Pero lo del partido del pasado sábado clama al cielo en el entorno blanquiazul. No hay quien entienda la decisión de dar por válido el primer gol del Cartagena. La justificación de Ais Reig, responsable del vídeo arbitraje en ese duelo, a Pulido Santana, árbitro principal, fue que había fuera de juego posicional de varios jugadores. Pero que el único que hizo por tocar el balón partía de posición correcta.
Sin embargo, cualquiera que sepa de fútbol es consciente de que existe un área de influencia que puede molestar al portero aunque no se intervenga directamente en la acción. Y eso es lo que sucedió en ese gol. El saque de falta de Álex Gallar va muy bien dirigido, pero Juan Soriano podría haber reaccionado a tiempo si no tuviera delante de sus narices a cuatro futbolistas que ocupaban su atención por un posible remate. En especial, Rubén Castro, el más cercano. Y para cuando ve que no van a llegar al balón, ya es tarde para reaccionar.
Lo que tampoco entienden desde el Málaga es que esa decisión de cómo pudo influir la posición de los futbolistas cartageneros en fuera de juego no la tomase Pulido Santana, que ni hizo el esfuerzo de acercarse al monitor de campo a revisar la jugada.
La mano de Gallar en el segundo gol
Y luego llegó lo del segundo gol. Parecía todo claro… hasta que desde la sala llamaron al colegiado para avisarle de una posible mano de Gallar en el inicio de la acción. Pulido Santana, esta vez sí, lo vio repetido varias veces. Y comprobó que el toque de Jozabed le da en el brazo al extremo rival. ¿Y cómo lo dio por válido entonces? Porque todas las manos de los atacantes, y en ese momento atacaba el Cartagena, se consideran infracción. Voluntaria o no, de rebote o directa, es mano. Y si lo es, el gol no es legal.
Por todo ello, más allá de los propios errores de un Málaga que no supo rematar al Cartagena, el disgusto con los responsables del VAR y con Ais Reig y Pulido Santana es de aúpa en el equipo.