Pellicer sigue con su plan en la portería. Prueba de ello fue la derrota que cosechó el Málaga en La Rosaleda frente al Cartagena. El técnico castellonense muestra fidelidad a su afán de rotar a su guardameta cada dos partidos. Tras la victoria en Fuenlabrada, hoy fue turno de nuevo para el meta sevillano. Después de su primera puerta a cero frente al cuadro madrileño, era la noche de consolidación. No fue así. Las luces y sombras de Juan Soriano.
Dos goles le bastaron al conjunto murciano para blindar los tres puntos. A pesar de que ambos estuvieron bien cargados de polémica, ¿pudo hacer más el ‘1’ boquerón? La posición del campo en la que la fuerza de los focos es mayor y tienes que reponerte a todo. La estirada en el empate de Álex Gallar no tuvo premio. Juan Soriano esperó un remate de Rubén Castro que nunca llegó. Y en el 1-2, el fusilazo de De la Bella a una distancia tan corta hace todavía más compleja la reacción del cancerbero. Su bota izquierda no evitó la remontada visitante.
Dos acciones que no son fallos garrafales, pero en las que, desde fuera, se ve que pudo hacer más. No obstante, una faceta en la que estuvo acertado -y no es su punto fuerte- fue el juego aéreo. Un par de centros laterales en los que tuvo que imponer su ley y atrapó el esférico con seguridad e incluso llevándose alguna falta del rival. Pellicer sigue sin tener una decisión firme bajo palos. ¿Será esta su fórmula durante todo el curso?