Salvador Valverde nos trae cachitos de la historia malaguista… Hoy… el día que Puskas vistió la camiseta del Málaga. El Málaga, independientemente de su denominación según la época, ha tenido a lo largo de la historia grandes figuras. Hacer un ranking de los mejores jugadores sería muy laborioso por los numerosos nombres importantes que aparecen, lo subjetivo del asunto y porque muchos malaguistas no han tenido la suerte de verlos a todos en acción. Los aficionados más mayores recordarán con cariño, por ejemplo, a Chales, Bazán, Bernardi, Ben Barek, Pipi, Américo, Velázquez, Fleitas, Montero, Martínez, Aragón, Álvarez, Wanderlei, Migueli, Benítez, Deusto, Viberti, Vilanova, Guerini, etc.
Los que se encuentran en una horquilla entre los 40 y 65 años aproximadamente pensarán en Salguero, Esteban, Brescia, Burgueña, Fernando, Martín, Canillas, Santi, Regenhardt, Gallardo, Husillos, Paquito, Juanito, Rivas, Lauridsen, Matosas, Añón, etc. Y los jóvenes disfrutaron viendo a Basti, Bravo, Guede, Sandro, Movilla, De los Santos, Catanha, Edgar, Valcarce, Darío Silva, Dely Valdés, Contreras, Rufete, Fernando Sanz, Duda, Salva Ballesta, Romero, Gámez, Weligton, Eliseu, Caballero, Demichelis, Camacho, Baptista, Isco, Toulalan, Cazorla, Van Nistelrooy, Monreal, Rondón, Joaquín, Kameni, etc. Pero si nos atenemos al ranking IFFHS, el mejor que ha jugado con el Málaga ha sido el húngaro Ferenc Puskas; eso sí, solo en un encuentro y no oficial.
Contexto del Málaga 1966-67 y el de Ferenc Puskas
El conjunto boquerón encaraba la temporada 1966-67 en Segunda División después de descender en la anterior al perder en la promoción con el Granada; empezaba a forjarse la fama de equipo ascensor. En el técnico y conocido preparador físico Ernesto Pons -entre las décadas de los 40 y 50 fue campeón nacional de atletismo en distintas modalidades-, procedente del Betis, se confió para llevar nuevamente al Málaga a la máxima categoría. Al mismo bloque de la temporada anterior se le sumaron Cabrera, Porras, Valenzuela y un grupo de jóvenes talentos; Migueli fue cedido al Cádiz y Perdomo, fichado del Atlético Marbella, no llegó a incorporarse por sufrir un cáncer intestinal del que murió el 17 de enero de 1968.
Jugadores como Américo, Arias, Montero, Benítez, Ben Barek, Otiñano, Pepillo, Martínez o Berruezo hacían al equipo estar bien situado entre los favoritos para el ascenso. Como novedades, la plantilla empezó a llevar vestimenta identificativa del Club en sus desplazamientos y el campo anexo a La Rosaleda se inauguró en el día de Reyes de 1967. Juan Moreno de Luna, presidente del Málaga, confió para la secretaría técnica y gerencia a José María Zárraga -presentado el 28 de septiembre de 1966- después de que el ex jugador malaguista Garay rechazara el puesto. Zárraga fue pentacampeón de Europa con el Real Madrid como jugador y entrenador del Málaga en la temporada 1963-64. Precisamente, él sería una pieza clave en el intento del fichaje de Puskas; la amistad que les unía en sus etapas en el Real Madrid daba esperanzas a una incorporación que, sin duda, hubiera sido muy mediática.
Aunque Pancho Puskas, con 39 años y considerable sobrepeso, pertenecía al Real Madrid en la temporada 1966-67, su último partido oficial fue al término de la anterior, más exactamente el 8 de mayo de 1966, en el partido de ida de Cuartos de final de Copa contra el Betis -los merengues quedaron eliminados-; precisamente en la eliminatoria anterior el Madrid se enfrentó al Málaga, que se la disputaron teniéndoselas que jugar incluso en un partido de desempate ya que no existían prórrogas por entonces en la competición del KO. El último gran momento de gloria del húngaro nacionalizado español -llegó a ser internacional por España en cuatro ocasiones- fue en la primera ronda de la Copa de Europa 1965-66, cuando prácticamente él solo eliminó al Feyernoord al endosarle cinco de los seis goles del Madrid en el global de la eliminatoria. Los blancos conseguirían en esa temporada su sexta Copa de Europa.
Amistoso internacional contra el Odense
El Málaga invitó al famoso goleador a que formara parte del equipo en el amistoso internacional que organizó contra el Odense danés. Con ello, el Club intentaba seducirlo para su posible fichaje. Puskas, aunque descartó esa posibilidad, aceptó la propuesta para vestirse de blanquiazul por un día. El encuentro tuvo lugar en la noche del martes 21 de febrero de 1967. Pese a la fecha invernal, el buen tiempo que caracteriza a la capital de la Costa del Sol ayudó a que las gradas de La Rosaleda registraran numeroso público. La participación de Puskas en el encuentro, sin duda, fue también clave para que los aficionados se animaran a acudir al estadio de Martiricos.
La alineación malacitana fue la siguiente: portero: Porras; defensas: Piquer, Montero, y Portalés; centrocampistas: Robles, Aragón, Valenzuela y Monreal; delanteros: Pepillo, Puskas y Cabrera. En el transcurso del partido también participaron Delgado, Otiñano, Portalés, Robles y Montiel. Dos días antes del amistoso el Málaga empató a un tanto en Murcia, motivo por el que Pons quiso dar descanso a Américo, Martínez, Chuzo, Vallejo, Arias, Ben Barek, Benítez y Berruezo de cara al siguiente partido liguero frente al Valencia Mestalla -victoria boquerona 3-0 con dos goles de Berruezo y uno del polivalente Martínez- y, de paso, dar minutos a los menos habituales de la plantilla.
Por parte del Odense jugaron once nombres difíciles de pronunciar. Los asistentes disfrutaron de un buen partido con mucho ritmo y numerosas ocasiones de gol, sobre todo en el primer tiempo. El equipo danés dominó el juego en muchos tramos, se mostró bien conjuntado y sobresalió al contraataque con efectivos pases largos. Los malaguistas que destacaron fueron Porras -tercer portero de la plantilla-, Montero, Valenzuela y, precisamente, Puskas, que, tal como narran las crónicas, demostró en la posición de extremo izquierdo la calidad, visión de juego y experiencia que atesoraba. El Odense se adelantó en el marcador al cuarto de hora de la primera parte con un potente disparo de Hansen II en el frontal del área. La reacción del Málaga tuvo su premio en el minuto 34 al empatar Cabrera con un remate de cabeza excelente después de una buena jugada entre Robles y Aragón.
Precisamente con Cabrera existe una coincidente conexión curiosa casi 50 años después. El profesional, que llegó procedente del Córdoba en Primera División, era delantero, de nacionalidad paraguaya, internacional con su país y su segundo apellido era Santacruz. ¿Os suena de algo? El ex malaguista murió con 66 años en Vitoria debido a las lesiones sufridas de un accidente doméstico. La segunda parte, aunque bajó la intensidad, también fue vistosa con numerosas ocasiones, sobre todo por parte del Málaga. Las buenas paradas de ambos cancerberos hicieron que no se moviera más el marcador. Con empate a un tanto se llegó cuando el señor Moreno Zayas, árbitro del partido, señaló su finalización. Los aficionados se fueron muy satisfechos por el espectáculo ofrecido y el Club obtuvo una buena recaudación.
Puskas no volvió a defender más el escudo malaguista en un encuentro. A pesar de sus casi 40 años y del negativo estado de forma, nadie dudaba de que podía aportar mucho, ya no únicamente en el terreno de juego, sino también para atraer público y otros beneficios colaterales. Su postura fue clara respecto a un posible fichaje por cualquier equipo: “No quiero ser más que madridista. No podría medirme contra el Madrid”. Cañoncito Pum Pum, apodo con el que se le conocía por el potente y acertado disparo que le caracterizaba, dejaba atrás una exitosa carrera como jugador.
Puskas estaba predestinado a dirigir encuentros desde los banquillos; incluso antes del término de la temporada se publicaron noticias del interés de varios conjuntos para tenerlo de entrenador, entre ellos de Holanda y Estados Unidos. A este último país se fue a entrenar al Golden Gate Gales de San Francisco cuando acabó contrato en el Real Madrid el 30 de junio de 1967. Posteriormente dirigió a otros clubes de diferentes países e incluso a la selección húngara en 1993, donde dio por terminada su trayectoria como entrenador.
Sexto ascenso a Primera División como campeón de su grupo
Por aquel entonces, la Segunda División del fútbol español estaba dividida en dos grupos geográficos, norte y sur, de 16 equipos cada uno. El campeón de cada grupo subía directamente a la máxima categoría, que estaba formada también por 16 equipos. Los segundos clasificados tenían que disputarse el ascenso en una promoción contra el tercer y cuarto equipo por la cola de la Primera División. Los dos equipos de cada grupo que quedaban últimos bajaban directamente a Tercera División –la categoría 2ª B aún no existía-, mientras que los decimoterceros y decimocuartos luchaban por mantenerse en una promoción.
El Málaga realizó una sobresaliente temporada. Sus 44 puntos repartidos en 19 victorias, seis empates y únicamente cinco derrotas -dos puntos por partido vencido-, le valieron para ser campeón con cuatro puntos sobre el Real Betis, segundo clasificado que también consiguió el ascenso al vencer en la promoción al Granada. La solidez defensiva del conjunto boquerón fue clave para el logro del objetivo; consiguió ser el equipo menos goleado, tanto en Segunda como en Primera División, con tan solo 18 tantos encajados. Espectacular fue la actuación del equipo en La Rosaleda; casi logró la perfección cediendo únicamente un empate sin goles en la segunda jornada contra el Lérida. Martínez y Berruezo fueron los máximos goleadores del equipo con nueve tantos cada uno. El último citado moriría de un colapso cardiaco seis años después en un partido en el Pasarón de Pontevedra cuando defendía la camiseta del Sevilla.
La fiesta final de la temporada fue un partido amistoso disputado el 24 de mayo en La Rosaleda contra la Real Sociedad, que también ascendió a Primera División al quedar campeón del grupo norte. En este encuentro se homenajeó a Américo, que, aunque el fabuloso portero estaría unos años más, ya cosechaba nueve temporadas en el club de Martiricos. Los txuri-urdines consiguieron la victoria 1-2.El Málaga estuvo en la máxima categoría del fútbol español en las dos temporadas siguientes hasta que, nuevamente, se activó el ascensor. Después llegaría lo mejor, pero esas son otras historias malaguistas…
Autor: Salvador Valverde Gálvez
Fuentes consultadas:
-Hemeroteca: Marca; Diario Sur; ABC; Hoja oficial del lunes; La Bombonera
-Bibliografía: La historia del Málaga de Diario Sur; Un equipo de Primera de Juan
Cortés Jaén; Medio siglo de vida del C.D. Málaga de Juan Cortés Jaén; Cien años de
leyendas de la fundación Real Madrid. Semanario Málaga Deportiva del archivo de
Juan Antonio Rodríguez; Pedro Berruezo: barro, sudor y muerte de Julio Jareño;
Propiedad perpetua del Málaga de Pachi R. Idígoras.
-Web: www.bdfutbol.com; www.cihefe.es