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En el programa de este miércoles 18 de noviembre estuvo con los micrófonos de la radio que vive el deporte Pablo Chavarría, delantero centro del cuadro blanquiazul. Repasó toda la actualidad malaguista y desveló como está siendo su adaptación a la ciudad. Chavarría es el pichichi de este Málaga con tres goles. El punta ha dado además dos asistencias. Una en Zaragoza, para Caye Quintana, y otra en El Toralín. Cinco goles que le convierten en el futbolista de la plantilla de Pellicer que ha participado en más tantos del equipo.
Adaptarse a un nuevo club nunca es una tarea fácil. Pero Chavarría ya tiene experiencia en adaptarse a un nuevo lugar: «Muy cómodo y muy a gusto. Cada día me siento mejor. Los primeros tres años en Bélgica, la adaptación fue bastante complicada. En Francia me sentí muy bien, pude completar dos ascensos. Vine el año pasado al Mallorca, donde no tuve demasiadas oportunidades. Y ya vine aquí a Málaga y de momento me están saliendo las cosas bastante bien».
Los inicios de Pablo Chavarría, en su argentina natal cuando tan solo era un niño, fueron como centrocampista: «Mi padre fue jugador de fútbol y llegó a tener un contrato profesional en Boca Juniors. El era técnico de mi pueblo y empecé a jugar siendo mi padre el entrenador. Cuando jugábamos siete contra siete empecé jugando de centrocampista y ya luego comencé como delantero. Me siento cómodo en todas las posiciones de ataque, me gusta la libertad y gracias al míster porque me da mucha libertad en mis movimientos».
Acerca de la buena conexión que tiene en el campo con el franco argelino, Yanis Rahmani: «Tanto con Yanis como con los otros delanteros me entiendo muy bien. Los dos sabemos hablar francés, para que no nos entiendan los rivales nos hablamos en francés».
Sobre la confianza que está teniendo por parte de Sergio Pellicer: «La confianza que siento por parte de él es muy grande. Me di cuenta de que en 15-20 días me conoce más que mi papá», dijo en entre risas el pichichi malaguista. Defiende a su entrenador cuando se le acusa de ser un entrenador defensivo. «La verdad que no veo eso. Fuimos a jugar con rivales contra Mallorca y Espanyol y fuimos a ganar el partido. Un técnico defensivo no hace eso».
Como encaja un jugador como Pablo Chavarría en un vestuario tan joven como el del Málaga: «Soy una persona muy tímida. Observó mucho, me cuesta tener tanta relación, pero una vez que ya me suelto nos divertimos mucho. Hay jugadores muy jóvenes y eso le da mucha vida al vestuario».
Chavarría no puede aguantar las ganas de jugar en La Rosaleda con público: «He visto vídeos y la verdad que no hay nada que envidiarle a los demás clubes argentinos. Es un sueño jugar en La Rosaleda con gente porque desde chico lo que más me gusta es festejar los goles con la gente».
La gastronomía malagueña es una de las señas de identidad de la ciudad, si hay que ponerle un `pero´ a Chavarría es no haber probado el espeto de sardinas: «El asado es mi comida favorita. Todavía no probé el espeto de sardinas. Estuve en La Malagueta, el muelle uno y el centro».
Si el Málaga asciende a Primera División, el conjunto malagueño se guarda una opción de compra por el ariete argentino: «Me siento muy a gusto aquí, se podría hablar. También es el club el que tiene que estar interesado. Aquí estoy muy a gusto».
