La derrota del Málaga en Mallorca ha sembrado de nuevo dudas sobre el equipo malaguista entre parte de su afición. Los errores a balón parado volvieron a mostrar la debilidad de un equipo que basa su juego en una buena defensa. Al igual que ocurriese hace algunas jornadas en Vallecas, el equipo de Sergio Pellicer se vuelve terrenal y frágil cuando no defiende al 100% de intensidad y concentración. Dos partidos que han dejado siete goles en contra para un equipo que en nueve jornadas ha dejado la portería a cero en cuatro ocasiones, todas ellas con Dani Barrio bajo palos. Pero si alguien quedó tocado fue Mejías.
Contra los baleares el balón parado fue una auténtica cruz para los de Martiricos. Dos goles en contra en momentos puntuales, al inicio de cada una de las dos partes, tumbaron las aspiraciones de los malacitanos en un duelo para conocer el rumbo de este equipo. Hasta el propio Pellicer no pudo ocultar su decepción con este aspecto del juego. “El Mallorca es un equipo muy solido en defensa y tenemos que ponernos un cero a balón parado. A partir de ahí podemos hacer todo el análisis que queramos”, explicó el de Nules ante los medios.
En el primero de ellos llegó en una jugada ensayada por parte de los baleares. Un córner botado en corto por los de Luis García acabó en el tanto de Amath N’Diaye. El senegalés pudo fusilar a Juan Soriano por culpa de un grosero error de Josua Mejías. El venezolano se quedó clavado casi dos metros por detrás de sus compañeros rompiendo el fuera de juego que había puesto en práctica el resto de la defensa.
En la segunda parte, el Málaga buscó la remontada con cambios pero esta no llegó. Fue de nuevo una acción a balón parado la que tumbó las opciones costasoleñas. En una falta lateral, fue de nuevo Mejías quien se durmió en la marca sobre Raíllo. El defensa bermellón cabeceó libre de marca en una jugada no exenta de la polémica con el VAR. Pellicer quiso defender a su jugador ante los medios. “El que ha fallado es el entrenador y si falla uno, fallamos todos. Él (Mejías, que quedó tocado) podía haber jugado solo de defensa, sobre todo a la espalda. Son nuestros jugadores, nuestras joyas. Con ellos al fin del mundo. Yo prefiero pegar cristales a romperlos”, sentenció el entrenador.