No estamos viviendo en la época de la Edad Media pero el Málaga vivirá su peculiar viaje al pasado. Los blanquiazules tiene dos muros por delante, con su foso incluido, en sus dos próximos partidos de la categoría de plata. Los de Sergio Pellicer se miden a dos de los tres recién descendidos de Segunda. Una misión que ya de por sí es dificil pero que se complica aún más cuando se analizan los datos defensivos de los rivales. Mallorca y Espanyol son dos auténticas murallas. Tanto los baleares como los pericos han encajado un solo gol en las ocho jornadas de Liga.
El cuadro bermellón cuenta con Manolo Reina, malagueño de nacimiento, en la portería. Bruno Oliván, Raíllo, Valjent y Joan Sastre forman una zaga que Luis García Plaza ha querido retocar muy poco en estas ocho partidos. El Mallorca acumula siete encuentros sin encajar gol desde que perdiese la primera fecha contra el Rayo Vallecano en casa. La solidez defensiva tras 671 minutos sin encajar goles es, por ahora, el principal argumento de los bermellones, invictos en sus salidas con dos victorias ante el Lugo y Alcorcón, y dos empates frente al Espanyol y Mirandés. Un aspecto que Pellicer destacaba en la previa del partido.
Precisamente el Espanyol esperará al Málaga en La Rosaleda en el último día del puente, poco festivo, que nos espera. Diego López, Calero, Cabrera o Dídac Vilà son algunos de los nombres propios que componen la zaga de Vicente Moreno. Un Espanyol que también acumula solo un gol en contra. Eso sí, los catalanes lo encajaron hace dos jornadas en su derrota contra el Rayo Vallecano, curiosamente el mismo rival que batió la portería del Mallorca. El Rayo es también el único que ha pasado por encima del cuadro de Martiricos. Un dato que cierra el círculo del reto que afrontan los malacitanos. El Málaga tiene dos murallas por delante con Mallorca y Espanyol.
