Y al fin hablará el fútbol. O eso se espera en el Heliodoro Rodríguez López, escenario del debut de los de Pellicer –los que han querido o podido estar– en el curso futbolístico 20/21. El Tenerife (21 horas) será el rival en las islas afortunadas de un Málaga que necesita de mucha de esa fortuna que se reparte en las Canarias.
Por ejemplo, que no haya problemas para que Orlando Sá pueda jugar. Fue el primer fichaje, el más mediático aunque aún anda lejos de su mejor forma. Pero, de momento, LaLiga no ha confirmado su inscripción. Por si acaso se coló a última hora Boulahroud, que no ha hecho pretemporada porque su despido, como el de otros, es inminente. Al menos el marroquí rellena una ficha profesional más por lo que pudiera pasar.
Porque Pellicer tendrá que seguir lidiando con lo que tiene, que no es mucho. Son 18 profesionales en plantilla, pero en Tenerife sólo tiene 12. Algunos, como Luis Hernández, otro que se tendrá que marchar, será hasta titular. Así que toca nuevamente jugar con el tetris de las fichas del filial. Porque si no hay casos covid-19, siempre tiene que haber 7 del primer equipo en el campo.
Y, de momento, Ismael Casas, Juande y Ramón, que han sido titularísimos en pretemporada, deben aún actuar con dorsal del filial. No hay espacio físico para ellos en la inscripción, mas sí en el terreno de juego. Serán indispensables, de hecho.
Enfrente, un Tenerife también cogido con pinzas, con muchas dudas tras su último amistoso ante el eterno rival, Las Palmas. Fran Fernández, el entrenador, introducirá varios cambios pero no parece que, por ejemplo, Zarfino, su última incorporación, pueda ser de la partida. Tampoco Borja Lasso, que sigue su proceso de recuperación. Habrá, por tanto, varios canteranos en el césped, como Javi Alonso o Jorge Padilla.