Con sabor dulce y a la vez amargo, el Málaga lleva ya dos partidos de pretemporada en la mochila. Una victoria frente al Valladolid por la mínima (1-0) y la derrota sobre la bocina contra el Cádiz (1-2). Un segundo combate del que se saca una conclusión: los canteranos piensan aprovechar las oportunidades que les va a brindar Sergio Pellicer en las batallas previas a comenzar LaLiga. Son muchos los nombres, pero destaca uno en particular: Jesús Hoyos. Ha venido para quedarse.
Zurdo, gaditano y con el momentáneo ’28’ a la espalda, Hoyos ha cuajado dos grandes actuaciones. La recompensa no llegó frente al Valladolid –mandó un balón al larguero-, pero sí contra sus paisanos. Caprichos del destino. Le ganó la espalda a su rival y conectó el pase de Cristo desde el perfil izquierdo para enviar el balón a las mallas. Hambre de fútbol y talento, además de estrenar su casillero goleador y transmitir buena vibra al malaguismo. Buen currículum para empezar.
Contemplando el contexto que rodea a la entidad de Martiricos y la irrupción de algunos canteranos durante la pasada campaña –Ismael Casas y Juande, en particular-, quién sabe si es la tormenta perfecta para el nativo de Tarifa. Delantero de movilidad que puede ser el complemento al delantero referencia -en este caso, Orlando Sá-. Ofrece prestaciones diferentes a la de sus compañeros de La Academia, ya sea Fomba, Julio o Mike. Hoyos aún tiene partidos de pretemporada por delante en los que podrá demostrar al míster que ha venido para quedarse.