Con el regreso de Keylor Navas a la portería del Paris y la entrada de Coman por Perišić en el Bayern como principales novedades, comenzó la final. Desde el inicio, el conjunto de Tuchel quería organizar su juego sacando la pelota desde atrás, mientras que el equipo de Flick, con su fuerte presión -¡la defensa situada en el medio centro! – quería provocar el error rival para marcar.
La primera ocasión fue del Paris en el 18′. Mbappé conectó con Neymar, y cuando el brasileño ya se veía marcando, apareció la figura de Neuer. Cuatro minutos después respondió el Bayern. Y la ocasión de Lewandowski fue también muy clara. El palo derecho de Keylor Navas evitó su gol.
Superada la media hora de juego, del nuevo el polaco pudo marcar. Su remate de cabeza lo despejó Navas. Tras estas acciones, el primer tiempo continuó siendo un choque de poder a poder con dos equipos presionándose sin descanso y que pudo desequilibrar Mbappé. Incomprensiblemente, cuando lo tenía todo a favor, disparó sin peligro a la manos de Neuer.
Neuer, de nuevo providencial, evitó con los pies el tanto de Marquinhos. Pero está acción no puso nervioso al gigante alemán, que logró dormir el encuentro y consumirlo hasta terminar levantando los brazos en señal que de volvía a tocar el cielo. Mientras, no había consuelo para el rival, el Paris, que deberá esperar a otra ocasión.