Portugal, Inglaterra, Chipre, Polonia, Israel, China, Bélgica… y España. Un trotamundos escondido en la piel del futbolista. El historial de países en los que se ha puesto las botas el primer fichaje del Málaga para la temporada 20/21. Llega a Martiricos tras quedarse libre después de finalizar su compromiso con el Standard de Lieja. Firma un contrato que le ata hasta final de campaña. Y la pregunta que se hace la masa social blanquiazul: ¿Qué puede aportar Orlando Sá al Málaga?
Las marchas de Armando Sadiku y Sergio Buenacasa habían dejado un vacío que ha provocado este movimiento. Orlando Sá guarda semejanzas técnicas con el albanés. Este ariete portugués de 32 años y 1,88 metros de altura defiende el concepto de ‘delantero referencia’ que está empezando a perder el fútbol actual. Trabajo entre centrales, recibir de espaldas a portería, desmarques directos hacia el marco rival y un remate de cabeza portentoso. Un ratón de área como quien dice.
Hay un fleco negativo en todo esto. Orlando Sá ha pasado mucho tiempo en la enfermería por culpa de las lesiones. Dos problemas físicos por encima de los demás: una ruptura en el ligamento cruzado –abril de 2009– y otra en el tendón de Aquiles –mayo de 2019– que le ha tenido apartado del verde durante el pasado curso. ¿Cómo llega físicamente? El tiempo dará la respuesta, además de su adaptación a sus nuevos compañeros y la pizarra de Pellicer.
Defendió la camiseta del Fulham en Craven Cottage –temporada 11/12-. Subcampeón en la liga israelí con el Maccabi Tel Aviv –actividad 15/16-. Conquistó la Ekstraklasa polaca en las filas del Legia de Varsovia con 13 goles bajo su nombre –curso 13-14-. Debutó con Portugal en 2009 venciendo a Finlandia por 1-0 en un amistoso. Un amplio currículum en el que el mejor capítulo de su carrera lo escribió en Bélgica. 24 goles en 45 compromisos ligueros entre 2016 y 2018. Hasta recorrió el viejo continente en la 18/19 llegando a jugar la previa de la UEFA Champions League.
Orlando Sá es sinónimo de gol y experiencia. Aspectos cruciales dentro del infierno de Segunda. El complemento ideal al contraste con una plantilla joven. Los agujeros económicos aún presentes en las oficinas de La Rosaleda obligan al Málaga a contar más de la cuenta con los jugadores del filial. Lo que está claro es que el malaguismo podrá disfrutar de un trotamundos futbolístico si las lesiones le respetan. Un boquerón más en la familia.
