Borja Granero, finalizado su contrato con el Extremadura, es un objetivo del Málaga para reforzar su zaga. El espigado central, de 1,89 metros, entraría dentro de los cánones económicos de la entidad de Martiricos.
Ahora mismo, y hasta nueva orden de LaLiga, la inscripción de futbolistas en el conjunto malacitano se encuentra limitada a quienes perciban el salario mínimo profesional para Segunda división. Esta se sitúa en torno a los 80.000 euros brutos anuales.
El central zurdo, de 30 años, aunque el Extremadura descendio, ha completado una buena campaña a nivel individual. Ha disputado 40 partidos, todos menos uno completos. Además, acabó con tan solo cuatro amarillas. Casi un hito para la posición que ocupa sobre el terreno de juego.
Su fiabilidad, su aceptable salida de balón y su envergadura son cualidades que han gustado a la dirección deportiva del Málaga. Podría ser, con su polivalencia, quien ocupase la ficha de Mikel Villanueva. El venezolano ha abandonado la entidad de Martiricos tras finalizar su contrato.
La más que probable continuidad del sistema con tres centrales hace que Pellicer necesite más jugadores para ese rol. Ahí Borja Granero, objetivo del Málaga, encajaría perfectamente, bien como central zurdo o bien como líbero.
En estos momentos, el Málaga tiene en nómina a Luis Hernández, Diego González, Lombán y al canterano Juande como centrales. Los tres primeros están pendientes de una negociación muy a la baja de sus emolumentos si quieren seguir como blanquiazules.