La temporada 19/20 ya ha finalizado, salvo para Deportivo y Fuenlabrada. Y con ella llegan las despedidas de jugadores que finalizaban sus contratos. En el Málaga es el caso de Luis Muñoz, Mikel Villanueva y Aarón, así como de los cedidos Sadiku y Buenacasa.
La prioridad en la dirección deportiva, y para la que llevan trabajando desde hace meses, es la continuidad de Luis Muñoz. Pero el problema con el polivalente jugador de Nueva Málaga es su ficha. Esta temporada ha sido su última como sub23 y, por tanto, pudiendo llevar dorsal del filial sin que su salario afectase al límite del primer equipo. Para la 20/21 ya debería contar con ficha profesional para jugar con el Málaga, pero al club no le va a permitir LaLiga la inscripción de nuevos jugadores que superen el salario mínimo en Segunda. Y Luis lo supera.
Podría estar, por tanto, en la misma situación en la que volverán a encontrarse Mula, Iván Rodríguez y José Rodríguez. De ahí que la renovación no se haya podido firmar a pesar de que tanto Manolo Gaspar como Sergio Pellicer cuentan con él como un futbolista básico en la plantilla.
En esa situación, en peligro de inscripción, también se encuentra Keidi Bare si bien este sí tiene contrato en vigor.
Sadiku, imposible; Mikel, Buenacasa y Aarón, decepcionantes
También se querría contar con Sadiku, pichichi con 13 goles. Pero su ficha es prohibitiva. Es más, si no llega a ser por la intermediación de LaLiga el pasado verano, el punta albanés no habría podido ser malaguista. En Martiricos le pagaban el salario mínimo. El resto, y son cientos de miles de euros, los abonaba el Levante.
Por lo que respecta al resto de los que finalizan su vinculación, no hay interés. La etapa de Mikel Villanueva hace mucho que se terminó. El rendimiento de Buenacasa ha defraudado a propios y a extraños. Y Aarón ni siquiera ha llegado a debutar.
En el Málaga, sabiendo que lo de Sadiku es imposible, seguirán haciendo esfuerzos por renovar a Luis Muñoz. Pero para ello dependen de LaLiga y de sus permisos. Difícil, pero no imposible.