Los nervios y el miedo juegan malas pasadas. Se palpaba la tensión en La Rosaleda y así lo refleja el resultado. Empate sin goles entre Málaga y Albacete en el duelo correspondiente a la jornada 38 de Segunda. Un choque en el que apenas hubo fútbol en una primera parte aburrida. No obstante, el segundo acto se animó. La expulsión de benjamines de Keidi Bare puso a los locales contra las cuerdas. Y los rivales estuvieron muy cerca de sacar petróleo. Un punto que no le vale a nadie.
El cuadro blanquiazul introdujo el mismo once titular de la última victoria en feudo local ante el Girona con las novedades de Adrián y Sadiku. El contexto del partido animaba a pensar que los de Pellicer tomarían el control del balón. Y así fue. El Albacete, por su parte, bien replegado atrás en los primeros compases buscando el contragolpe por medio de jugadores como Acuña o Dani Ojeda.
Cifu tuvo que disfrazarse de ángel para salvar a su equipo. Internada de Dani Ojeda tras un error de Keidi en el centro del campo que repelió el granadino con creces. Y una chilena de Zozulia que se fue por muy poco. Los visitantes no tuvieron balón, pero gozaron de las ocasiones más claras de gol. Con el paso de los minutos, los boquerones arrancaron motores incluso probando al guardameta rival por medio de Juanpi. En definitiva, muchos lances del juego en los que hubo poco fútbol.
Sadiku conectó un testarazo tras un centro de Juankar que no supuso peligro. Minutos después, Juanpi protagonizó la más clara en clave local. Misil de larga distancia a balón parado que hizo trabajar a Gabriel Brazão. Eran los mejores minutos del Málaga. Pedro Sánchez estuvo muy activo durante el primer acto en ese papel alterno de lateral derecho. Probó portería desde la larga distancia, pero sin peligro. Con esto, y poco más, el colegiado señaló el camino de los vestuarios. Empate gafas al descanso en un choque aburrido y sin ritmo.
Sin cambios arrancó el segundo acto. Munir atrapó un centro envenenado de Acuña desde el perfil derecho. El extremo rival probó en varias ocasiones en la búsqueda de Zozulia o Dani Ojeda, pero sin trascendencia en el devenir del juego. Al cuadro de Pellicer le costó carburar en los primeros minutos. Pero lo hizo. Fusil de Keidi Bare desde fuera del área con el que el ‘1’ rival se lució mandando el balón a saque de esquina.
Y el Albacete, de no hacer nada a casi marcar. Fallo en el primer palo de Maikel Mesa que no conectó con el cuero como le hubiera gustado y perdonó el 0-1. Sergio Buenacasa ingresó en el terreno de juego en detrimento de ‘Tete’ Morente. Primera vez en la que el delantero cedido por el Mallorca y Sadiku coincidían sobre el verde. Dos delanteros para intentar incidir con más frecuencia en el área visitante. Pero apenas tuvo resultados.
Keidi Bare se autoexpulsó en cuestión de tres minutos con dos entradas que sobraban. Merecida expulsión para el albanés que se perderá la final del próximo miércoles frente al Deportivo. Más problemas para el Málaga de cara a la última recta de la temporada. Y del fallo al milagro. Tras un mal saque de Munir, el arquero marroquí le sacó una mano cambiada a Álvaro Jiménez para enmarcar. El ‘1’ volvió a salvar a los suyos.
El Albacete mereció más. Un remate acrobático de Maikel Mesa casi acaba en las mallas de Munir. Buenacasa estuvo acertado en el último pase buscando a Sadiku hasta en dos ocasiones. Incluso conectó un testarazo que no pudo enganchar bien el delantero boquerón. Hicham probó suerte con un centro chut desde el costado derecho ante un Brazão que se mostró muy seguro durante todo el partido. La volea de Chema Núñez provocó un infarto en la afición malaguista, pero se fue desviada. Lo cierto es que la fortuna le sonrió a los de Pellicer. Los visitantes rozaron la victoria con los dedos, pero no pudo ser.
