El partido en Vallecas dejó un momento bonito para la plantilla y para un jugador en concreto. Cristo reapareció casi nueve meses después de saltar la banca en Riazor. El jugador algecireño entró al terreno de juego en el minuto 83 de partido poniendo punto y final a una pesadilla demasiado larga. No fue sencillo para el lateral. El Rayo acabó encerrando al Málaga en el tramo decisivo y aunque solo fueron unos minutos, el canterano cumplió. Pellicer recupera otro soldado para la causa, una pena que no sea una de las fichas profesionales. El renacer de Cristo llegó casi nueve meses después, como si de un parto se tratase.
Un calvario que comenzó lleno de dudas. Unos problemas en los abductores lo han traído por el camino de la amargura. Lo que en principio parecía una rotura se convirtió en algo crónico. Más tarde, su dolencia fue confirmada. Una pubalgia que le fue diagnosticada oficialmente ya en 2020. Un despropósito que ha hecho que se pierda un año maravilloso por el camino. Cristo vuelve y Pellicer podrá contar con él para dar refresco a un Juankar que lo ha jugado prácticamente todo en esta desescalada.
Pellicer mimó a Cristo en rueda de prensa
El técnico de Castellón no dudó en tener buenas palabras para él. “Estoy muy contento por él. Ha entrado cuando el Rayo más estaba apretando y no era fácil. Ha estado 6 o 7 meses con una lesión muy grave y ahora nos está ayudando. Otra alegría», comentó el preparador cuando fue cuestionado por el regreso del gaditano. El Málaga parece tener su futuro afianzado en defensa. Con Juande en el centro, Ismael Casas en la derecha y Cristo en la izquierda. Una joven zaga que está creciendo en este truculento curso que arrancó en agosto y que se va a quedar a las puertas de cumplir 12 meses de lucha. El renacer de Cristo es la buena noticia que Pellicer se trae de Vallecas, además del punto que deja a los suyos a cuatro del descenso.