Con la vuelta de la actividad, también han regresado las lesiones al Málaga. Alguna, antigua, como la pubalgia de Cristo Romero, que lo tiene difícil para jugar esta temporada. Otra, nueva, como la de Ramón, con problemas en el hombro. Y la que más preocupa la de Dani Pacheco.
El mediapunta de Pizarra ha recaído de la talalgia que sufre en su pie izquierdo. La lesión la lleva arrastrando varios meses y justo antes del parón por la pandemia tuvo que frenar porque era incapaz de poder entrenar. El dolor ya era insoportable e incluso confesó en una entrevista en Radio Marca Málaga que había entrenado varias semanas con la bota abierta por el talón como medida para erradicar el dolor. Pero ni eso ni las infiltraciones ni tampoco estos dos meses y medio sin actividad han evitado la recaída.
Por lo que respecta a Ramón Enríquez, el centrocampista, según ha informado el club, padece una luxación anterior en su hombro derecho. No parece demasiado grave, pero sí incómodo, por lo que su ritmo de entrenos también ha tenido que reducirse.
En el caso de Cristo Romero, la pubalgia le sigue llevando por la calle de la amargura. Después de su debut con el primer equipo, dando muestras de su potencial como lateral y como extremo izquierdo, el joven canterano se vio obligado a parar ante los problemas de pubis. Meses después, sin embargo, todo sigue igual. La evolución no es buena porque el futbolista sigue sin poder entrenar al mismo ritmo que sus compañeros.
Estas lesiones en el Málaga, sin ser demasiado graves, sí preocupan en el caso de Dani Pacheco y del propio Cristo Romero. Sobre todo, del primero, pues hay que tener en cuenta el problema de las fichas profesionales. El primer equipo sólo tiene 18 fichas profesionales y el número de jugadores en el banquillo en esta nueva época se ha visto incrementado.
