Armando Sadiku se siente raro sin sus compañeros, sin los habituales abrazos y juegos. Como todos, se puede decir. El delantero albanés continúa entrenándose de manera individual en La Rosaleda y el Anexo sin apenas compartir momentos con el resto de la plantilla.
«Estamos tocando un poco la pelota de nuevo, pero es raro hacer estos ejercicios individuales. Ojalá que esto pase pronto y podamos volver a la normalidad», ha expresado el Pichichi blanquiazul. Un Sadiku que ha añadido que «nos faltan los abrazos y los juegos que tenemos entre nosotros, pero las reglas son esas, las respetamos y ojalá que podamos dar abrazos y jugar en equipo como antes».
Sadiku, además, como Keidi Bare, tiene un ojo puesto en su selección. «Estoy preparado y cuando esté la convocatoria a ver si estoy listo para dar lo mejor de mí».