Es la última medida adoptada por José María Muñoz, administrador judicial del club boquerón. Con esta medida la idea del club malacitano es reducir gastos y entiende que dejar de usar y mantener tales instalaciones ayudaría a ahorrar entre medio millón y un millón de euros al año.
El conjunto de Sergio Pellicer trasladará sus entrenamientos al campo anexo del estadio de La Rosaleda donde se están llevando tareas de acondicionamiento para tener la mayor comodidad a la hora de preparar cada choque.
El conjunto costasoleño era quien asumía los costes de mantenimiento de la instalación y de su personal, que ascendía a una cantidad cercana al medio millón de euros anual. El futuro es incierto para el Ciudad de Málaga, en cuanto se oficialice todo, una nueva concesión o un reacondicionamiento para la realización de otras actividades.