El presidente de la Diputación de Málaga, Francisco Salado, ha anunciado hoy jueves que el ente provincial triplicará su presupuesto en ayudas sociales. Es una de las medidas puestas en marcha en previsión de las consecuencias económicas de la crisis sanitaria. “Queremos contar con liquidez para atender las necesidades básicas de las familias malagueñas que se encuentren en situaciones especialmente vulnerables”, ha explicado Salado.
Así, el presupuesto de la Delegación de Servicios Sociales para este tipo de prestaciones se incrementa en 2.235.800 euros y alcanza un total de 3.435.800 euros -casi el triple de los 1,2 millones iniciales- que se destinará a tres líneas de ayudas: convivencia e inserción social, adaptación de viviendas y ayudas por natalidad.
En concreto, el presupuesto para las ayudas por natalidad -conocidas como ‘cheque bebé’- se incrementará hasta los 639.000 euros. Las familias con menos recursos económicos de los municipios menores de 5.000 habitantes pueden solicitar estas ayudas de 1.200 euros para hacer frente a los gastos extraordinarios que supone el nacimiento o adopción de menores.
Por su parte, las ayudas para convivencia e inserción social contarán con un presupuesto de 1.250.000 euros. Estas prestaciones económicas contemplan la cobertura de necesidades básicas como alimentación, limpieza, vestido, calzado, higiene personal y farmacia; apoyo al alquiler de vivienda, atención y cuidados para la salud, ayuda escolar, suministros vitales como agua, electricidad y gas; y la habitabilidad y pequeñas reparaciones en las viviendas.
Por último, se incrementará hasta los 346.800 euros el presupuesto de las ayudas para la adecuación funcional de viviendas de personas discapacitadas y mayores de 65 años. Estas subvenciones se destinan a sufragar los gastos de adaptación de las viviendas habituales de los beneficiarios a sus necesidades específicas de movilidad para garantizar la máxima integración familiar y social, además de mejorar su calidad de vida. Las ayudas se pueden destinar a reformas como el cambio de bañeras por platos de ducha, instalación de suelo antideslizante, instalación de apoyos y asideros y adecuación de los sanitarios y grifería, colocación de pasamanos en pasillos, adecuación del ancho de puerta y/o eliminación de barreras arquitectónicas, incluyendo la colocación de plataforma salvaescaleras y adaptación de cocina y mobiliario.