La cosecha nacional, símbolo de Unicaja

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Muchos han sido los jugadores nacionales que han sido ídolos para la afición del Unicaja. Berni Rodríguez, Carlos Cabezas, Jorge Garbajosa, Carlos Jiménez, Nacho Rodríguez… son sólo algunos nombres de postín que podemos repasar, empezando por el pasado más reciente y llegando a mediados de los años 90, en el que cambió la forma de confeccionar las plantillas debido a la conocida «Ley Bosman». En la última década el equipo malagueño ha contado con jugadores nacionales de contrastada calidad, aunque es en esta temporada 2019-20 cuando más protagonismo y peso están teniendo en el equipo. En dos ocasiones en estos útimos 10 años el Unicaja tuvo 5 jugadores españoles en su plantilla, en la 2015-16 y en la 2010-11, como ocurre actualmente.


En la 2015-16 se inició el año con Alberto Díaz, Dani Díez, Carlos Suárez, Fran Vázquez y Germán Gabriel, hoy ayudante de Luis Casimiro. Gabriel dejó el equipo tras 9 partidos quedando la rotación nacional en 4. En la 2010-11 fueron 5 españoles con los que terminó el año el Unicaja, Berni Rodríguez, Saúl Blanco, Carlos Jiménez, Jorge Garbajosa y un joven Pablo Almazán.  Aquella temporada el Unicaja contó incluso con 6 españoles en el último partido de la Fase Regular en el Palau Blaugrana, cuando el canterano Pepe Pozas debutó con el primer equipo.

Echando la vista más atrás, en la primera década de este siglo el Unicaja solía contar con una base nacional en la que destacaban unos clásicos, Berni, Cabezas o Jiménez. Estos 3 jugadores junto a De Miguel o un joven Alfonso Sánchez fueron claves para que  el Unicaja alcanzara la Final Four de la Euroliga 2007, celebrada en Atenas. Esta gesta fue el cierre a un trienio dorado, en el que el Unicaja ganó la Liga ACB 2005-06 y la Copa del Rey en la temporada 2004-05, ambos títulos con un Jorge Garbajosa como MVP de la competición y con un veterano Jesús Lázaro siendo muy importante para la motivación del vestuario. Sin olvidar a un joven Fran Vázquez, destacado en la conquista del título copero. Todos bajo la dirección de Sergio Scariolo.


Si nos vamos a los tiempos de Maljkovic, con los éxitos de la Korac y la final de ACB, no hay que olvidar los debuts de los Júniors de Oro de Los Guindos (Cabezas, Berni y Gabriel), que estaban rodeados de nacionales contrastados como Dani Romero, Paco Vázquez, Roger Esteller, Juan Antonio Orenga… y otros muchos que convivían en unos momentos en los que el mundo del deporte estaba cambiando por completo.


A finales del mes de diciembre de 1995 la sentencia de la conocida como «Ley Bosman», que permitió la libre de circulación por Europa de trabajadores, le dio la vuelta al panorama del deporte. Anteriormente en cualquier deporte había fijado un número limitado de fichas para jugadores extranjeros, sin importar su origen, y a partir de esa sentencia todo cambió. De hecho se tuvo que establecer un cupo al contrario, un mínimo de jugadores nacionales en la plantila de los equipos de la ACB.


Justo antes de este cambio, el Unicaja había alcanzado su mayor hito hasta el momento, la final de la ACB de la temporada 1994-95. Aquella plantilla dirigida por Javier Imbroda tenía una tripleta de extranjeros irrepetible, Babkov, Miller y Ansley. Pero junto a ellos había unos jóvenes españoles que fueron fundamentales. Unos canteranos como Nacho Rodríguez, Curro Ávalos, Dani Romero, Gaby Ruiz, y otros nacionales aún por explotar como Alfonso Reyes o Manel Bosch, que hicieron soñar a toda una ciudad y que hizo mirar al sur del país a todos los apasionados por el baloncesto que había en España

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