La mala noticia del entrenamiento matinal del Málaga CF ha sido la lesión de Dani Pacheco por una talalgia en el pie izquierdo. Precisamente, el de Pizarra atendió a los micrófonos de la radio que vive el deporte y habló sobre sus molestias: “Tampoco sabemos el problema exacto, no me queda claro. Llevo un tiempo con molestias en el talón. Abrimos la bota por detrás para que no hubiese contacto directo, estuve un tiempo bien, pero ese movimiento del talón, que no está fijo, igual me hizo daño, y llevo muchos días con mucho dolor y con medicamento. He parado un par de días para ver si puedo jugar”.
Por novedoso que parezca, esto de abrirse las botas por la zona donde convive el talón es habitual en aquellos jugadores con dolor en la zona. “Yo lo veo bastante porque sufren de pisadas. En mi caso fue por un golpe en el entrenamiento, lo fui tolerando bien al principio, pero cuando hay un problema, se agrava. Los medicamentos hizo efecto un tiempo, pero ya aguanto menos”, mencionó el centrocampista malagueño.
Jugar con dolor y sin frenar aumenta el riesgo de caer más tiempo. Además, disminuye el nivel en lo deportivo y en lo mental, más centrado en ese foco que en el propio rendimiento. Esto es lo que le ha sucedido al ‘22’: “El día del partido al principio podía llevarlo bastante bien, no te duele pero tu preparación diaria no es la apropiada, a la larga se va notando más en el rendimiento”.
Son las malditas lesiones las que le ha impedido mantener una regularidad clave y necesaria para demostrar todo el fútbol que lleva dentro: “Llegué con toda la ilusión del mundo. El año pasado fue un año complicado para mí por las lesiones que llegaron por causas que uno no controla. Mi vida privada es una vida normal. Yo hago todo lo posible por cuidarme, pero cuando te lesionas y te obsesionas un poco con todo: Meter el pie en la playa, mirarme una muela, la uña… incluso hidratarse mucho o poco… Este año, salvo la primera lesión que tuve, no he vuelto a tener problemas físicos salvo este incidente en el talón”.