Jugó con corazón, defendiendo al máximo y bien a un súper equipo como es el Zaragoza –solo 4 disparos a portería- y teniendo oportunidades para marcar gol. Quizás, y por el conjunto que había enfrente, fue de los mejores encuentros disputados por el equipo de Pellicer en lo que lleva dirigiendo a los malacitanos.
Él mismo aprovechó para agradecer a los jugadores el esfuerzo realizado, aunque lo único que faltó fue lo más importante en este deporte, anotar. “Cuando tienes opciones, con ataque posicional o balón parado, el porcentaje de los goles en este aspecto aumenta. El camino es este. Estaríamos preocupados si no pisásemos área rival. Les hemos apretado arriba desde su inicio. Las finalizaciones en acciones de desarrollo son más difíciles y lo estamos trabajando. Podía haber caído a nuestro lado el gol y hubiese tenido otra lectura el partido. Contra estos rivales cualquier acción genera dudas. Hemos estado cerca de ponernos por delante en el marcador, pero no pudo ser”, apuntó el de Castellón, feliz por lo mostrado sobre el césped pese al resultado final.
Es obvio que esta es la línea a seguir, y que de mantener esta confianza y juego el Málaga podrá aspirar a cotas más altas que permanecer en la categoría. Para ello será fundamental las aportaciones de Sadiku, que arrastra la peor racha goleadora desde que viste como blanquiazul. Pero, además de la suya, del resto de compañeros, que tienen que poner un punto más de precisión para marcharse a casa con otro sabor que el agridulce, ya que el albanés cada vez nota más la acumulación de minutos. Merecieron más los hombres de Pellicer, pero la ineficacia hizo mella en La Rosaleda. El fondo de armario, escaso en este duelo, no bastó para aprovechar las oportunidades.