No hubo sorpresas. El Conservas Alsur Antequera se llevó el derbi provincial de División de Honor Plata, tras ganar al Trops Málaga, en el Municipal Fernando Argëlles, por 25-17. El derbi malagueño transcurrió como mandan los cánones, cuando se trata de un duelo de máxima rivalidad. Fue un partido muy intenso, lleno de emoción, en el que no hubo un claro favorito, pese a que el Conservas Alsur jugaba en su fortín –ha ganado todos los encuentros en el Argüelles, salvo el empate cosechado frente al Alcobendas en la jornada 15– y ante su público, que apretó de lo lindo. Y por si fuera poco, la escuadra antequerana llegaba al choque en una posición envidiable, instalado en los puestos de fase de ascenso a la Liga Asobal, como cuarto clasificado, circunstancia bien distinta para los hombres de Daniel Ibáñez, el técnico visitante, que afrontaba el derbi en una peligrosa duodécima posición, después de una temporada irregular, en su debut en la segunda categoría del balonmano nacional, pese a contar, a priori, con una plantilla suficientemente cualificada para permanecer sin apuros en la División de Honor Plata, como así opinan sus rivales.
Sin embargo, el equipo capitalino ha tenido sus altibajos, que, unido a las derrotas llegadas en los últimos instantes de varios encuentros, debido a la falta de concentración, han llevado al Trops Málaga a estar con el agua al cuello, estado que reafirmó este sábado, con una nueva derrota, la tercera de manera consecutiva, esta vez frente al Conservas Alsur, que, con más oficio, supo esperar su momento para superar con claridad a los de la capital de la Costa del Sol. El Alsur Antequera empezó muy fuerte en defensa y acertado en ataque, para alegría de sus seguidores. Así, en el minuto 7:47 ya ganaba por 4-1, un resultado que desesperaba al técnico del equipo capitalino, Daniel Ibáñez, que no paraba de dar instrucciones a los suyos. En cambio, las órdenes dieron sus frutos y sirvieron para que los visitantes reaccionan, merced a un parcial de 0-3, con goles de Rudovic, por partida doble, y Artés, que pusieron el partido en tablas (4-4).
La igualdad se mantuvo durante los minutos posteriores. La tensión se palpaba en el ambiente. Los dos porteros, Moyano, por parte del Conservas Alsur, y Fran Alarcón, del Trops Málaga, estaban ofreciendo un recital de paradas. El equipo de casa volvió a hacerse con el marcador a su favor, cuando estaba a punto de disputarse el minuto 20. En ese momento, el electrónico del Argüelles anunciaba un ajustado 8-6, que dejaba todo abierto. La renta de dos para el equipo verde se mantuvo hasta que Soto materializó un lanzamiento de siete metros ya sobre la bocina, poniendo el choque en 11-8 al final del primer periodo. El segundo acto tuvo un inicio trepidante. Con el Conservas Alsur intentando escaparse y el Trops Málaga dándolo todo para llegar vivo al final del partido. El conjunto de la capital estaba haciendo uno de sus mejores partidos desde que llegara Daniel Ibáñez al mando de la nave albiceleste. Había intensidad, concentración y buen juego en algunas fases del choque, con goles de auténtico mérito, como el logrado por Vidal en el minuto 06:13. Sin embargo, no hay que olvidar que enfrente había un gran equipo, como es el Conservas Alsur, curtido en mil batallas en esta categoría, que, en los momentos malos, se venía arriba, aupado por su afición al grito de “a por ellos”.
Al ecuador del segundo periodo se llegó con el resultado de 18-14, una renta ya amplia para la escuadra antequerana, aunque no decisiva, pues los visitantes no querían tirar la toalla, ya que 15 minutos es todo un mundo en el deporte del balonmano. En cambio, no pudo ser y el Conservas Alsur rompió definitivamente el partido a falta de cinco minutos para la conclusión del encuentro, tras un espectacular parcial de 6-1, propiciado por varios despistes de la escuadra capitalina. Con el 22-16 del minuto 25:41 poco había que hacer. Las aspiraciones de remontada se habían esfumado para el Trops, mientras que el Conservas Alsur, aupado por su parroquia, quería más. Y lo consiguió, venciendo por 25-17 en un partido de los que hacen afición.