Fue una de las grandes sorpresas de la alineación de Pellicer. Con apenas 10 minutos ante el Racing y 15 en un amistoso contra el Krasnodar, Keidi Bare se coló en el once del técnico de Castellón para el partido contra Las Palmas. El albanés, que acompañó a Luis Muñoz en la sala de máquinas, vivió un día agridulce. Por un lado, volver a la titularidad dos meses después, por otro, un partido cuyo ritmo siempre estuvo por delante del jugador que incluso acabó desquiciado en la sustitución que puso final a su participación en el partido en el minuto 60 cuando el Málaga perdía uno a cero gracias al gol de Eric.
Sesenta minutos en los que no se vio la versión que se recordaba del centrocampista. En la parcela defensiva fue de menos a más, pero con el balón en los pies no tuvo para nada su noche. Pellicer le mantuvo tras el descanso pese a la amarilla que tenía y eso le hizo jugar todavía con más dudas. Está claro que lo único que le ocurre a Keidi es haber estado dos meses parado tras su lesión. Es de suponer que cuando recupere la forma, Pellicer no tendrá más remedio que ponerlo a jugar. Algo que deslizó el preparador malaguista y que cumplió en la primera oportunidad que tuvo.
Tras el cambio, Keidi protagonizó una imagen que es habitual en los jugadores que no están contentos con su partido. El mediocentro no estaba enfadado por el cambio, sino por no poder hacer su juego. Los platos rotos los pagó Marcelino Torrontegui. El masajista del Málaga se acercó a darle una bebida isotónica y Keidi reaccionó con un manotazo que hizo saltar la botella por los aires. La sangre nunca llega al río con el asturiano. Minutos después de finaliza el partido el propio Torrontegui subía una foto a redes con Keidi en la que aseguraba que “el león ya estaba manso”.
El león ? ya está manso @MalagaCF , seguimos sumando y que no pare ???? pic.twitter.com/xJhulMPb4M
— M.Torrontegui (@torrontegui64) February 28, 2020
