FÚTBOL, FÚTBOL Y MÁS FÚTBOL

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La semana ha sido calentita en los despachos y el viernes casi de infarto. Nada hay resuelto a ese respecto y la partida de ajedrez sigue abierta. De momento, Gonzalo Hervás, director general de Bluebay, ha dejado la pelota en el tejado del alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, y, de paso, el foco mediático. Las líneas rojas son claras y no parece que de fácil cumplimiento por el primer edil o su ayudante de cámara, José María Arrabal, secretario de Educación y Deportes de la Junta de Andalucía, en la denominada tercera vía.

 

Pero, afortunadamente, llegó el sábado y con ello: fútbol, fútbol y más fútbol. Y tengo que reconocer que el conjunto de Víctor Sánchez del Amo, entrenador blanquiazul, va a más y mejora con cada partido que juega. Frente a un Real Oviedo en racha, cinco encuentros sin perder, el Málaga CF fue siempre superior y solamente cuando el equipo encajó el gol, tras un fallo clamoroso de Munir, hubo sensación de nervios o preocupación por los tres puntos.

 

Antoñín se lució y guió a su equipo hacia un merecido triunfo frente al cuadro carbayón que cerró Adrián, de penalti. Tres puntos que apuntalan los obtenidos en Riazor y que empieza a hablar bien del trabajo del entrenador. Los números hasta hace dos semanas eran de descenso directo y ahora dicen otra cosa bien distinta. Las sensaciones son mejores y la dinámica permite que jugadores como Antoñín lo borden viniendo del filial al primer equipo.

 

Ahora hace falta que esa unión del vestuario no se rompa por ningún motivo y sirva para seguir logrando triunfos. La estabilidad de un club debe darse desde los despachos y no al revés, pero en esta temporada parece que en el conjunto de la capital de la Costa del Sol pretenden rizar el rizo.

 

Sánchez del Amo vuelve a ser Don Víctor, esperemos que dure.

 

¡Memoria, Compromiso y Fe!, sobre todo esto último.