Durante casi 20 minutos el Málaga CF maravilló a los seguidores malacitanos y a los amigos del buen fútbol en el Ramón de Carranza. Fue un espejismo. El gol materializado por N’Diaye fue neutralizado por los gaditanos demasiado pronto y a partir de ese momento el miedo a ganar se escenificó en ambos conjuntos que al final pactaron como buenas las tablas.
El denominado “efecto” Víctor Sánchez del Amo, que bien lo ha definido nuestro contertulio Miguel Ángel Pérez, parece haberse difuminado. Durante muchos minutos los malaguistas fueron un equipo ramplón, sin muchas ideas en ataque, más allá de mantener la posesión del esférico, pero sin ninguna capacidad de desborde. Y lo que es peor, dejando demasiados huecos al rival para el contragolpe que los locales no supieron aprovechar. La segunda mitad fue más de lo mismo pero el “miedo” a perder se apoderó de ambas escuadras y ya no se pudo mover el marcador.
La dureza en muchas acciones de los amarillos fue contestada tarde y mal por los blanquiazules que cayeron en el juego que propuso el cojunto de la tacita de plata demasiadas veces. Al final, del mal el menos, los malaguistas salvaron el gol average, la próxima jornada hay un Deportivo – Cádiz CF y el cuadro costasoleño aún tiene que sumar los tres puntos del Reus. En otras palabras: con un par de triunfos y un empate se jugará el play off. Otra cosa distinta es que sea suficiente para lograr el objetivo.
¡Memoria, Compromiso y Fe!, sobre todo ésto último.