CUANDO ESTÁ EN JUEGO EL ESTADO DE DERECHO Y LA SEPARACIÓN DE PODERES: LA DEMOCRACIA

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Editorial de Radio Marca Málaga

 

En una web de deportes no se suele opinar de política. Si acaso en la sección de Variedades y siempre con noticias u entrevistas sin más. Sin embargo, ni esta web, ni ninguna emisora de radio que se considere como tal en un país democrático o medio de comunicación alguno, deben mirar para otro lado cuando se socavan de forma muy grave los mandamientos constitucionales que sostienen nuestra democracia.

 

El gobierno socialista que preside Pedro Sánchez ha venido erosionando la seguridad jurídica y la tranquilidad de los mercados junto a las empresas más importantes del IBEX y a los autónomos, base indiscutible de nuestra economía, desde su llegada al poder. Ha impulsado una Ley de Memoria Histórica que más se parece a una ley de condenatoria y persecución de lo ocurrido hace 80 años que de resarcir a las víctimas o familiares del infausto conflicto incivil entre españoles. Huelga decir ahora cómo consiguió su objetivo de residir en la Moncloa.

 

En su momento, los españoles nos dimos unas reglas de juego en 1.978, electorales y constitucionales. Merced a ellas está Pedro Sánchez presidiendo el gobierno, nos gustarán más o menos, pero hay que respetarlas. Cierto es que unos las han ido cumpliendo con matices que  dejan mucho que desear, electorales y de gobierno sobre todo. Los partidos que defienden la Constitución, salvo Podemos, son PSOE,  PP, Cs o lo que queda de Izquierda Unida. Y otros, la han utilizado para su beneficio propio e intentan traicionarla, pese a ello, a la menor oportunidad. Léase, PNV, los partidos nacionalistas catalanes, gallegos o canarios y, por supuesto, Podemos.

 

Estos últimos abogan por una República contra el sistema que la mayoría de los españoles votaron para vivir en paz y concordia hace ahora cuarenta años. Lo hacen sin respeto alguno a la institución de la monarquía, cuya decisión del Rey emérito, Juan Carlos I, permitió el actual Estado de Derecho del que muchas generaciones de españoles estamos disfrutando. El mandato que recibió el rey y para lo que fue educado por Francisco Franco fue el opuesto al que decidió Juan Carlos I, conviene recordarlo ahora que la extrema izquierda y los nacionalistas independentistas piden abolir el actual sistema de Monarquía Parlamentaria por una tercera República.

 

Sin embargo, todo ello ha venido conjugándose en el juego de esta Monarquía Parlamentaria sin mayor riesgo que las combinaciones habituales para poder formar un gobierno estable.

 

HASTA AHORA

Ayer, el gobierno socialista de Pedro Sánchez, sostenido por los nacionalistas independentistas catalanes, PNV y Coalición Canaria junto a la extrema izquierda bolchevique y chavista que representa Podemos, socavaron la estructura del Estado de Derecho que los españoles nos hemos dado unos a otros.

 

Cuando un presidente de gobierno y su ministra de Justicia se atreven a tocar un pilar sagrado de nuestra democracia como lo es la Separación de Poderes, entonces se puede asegurar que el sistema está roto. Ya no es una corrupción más o menos grave de la Gurtel o los Eres, etc; o manipular el CIS para las encuestas de intención de voto. No, se trata de de ver cómo el Poder Judicial es amenazado por el Ejecutivo para que el señor Sánchez permanezca en la Moncloa unos meses más a cambio de renunciar a la defensa de España. A cambio de favorecer a  aquellos que han  querido imponer al resto del pueblo español, mediante un referéndum ilegal que ni siquiera les otorgó una mayoría razonable para hacerlo en Catalunya, su voluntad.

 

Con el único objetivo de permanecer en el poder, Pedro Sánchez ha exigido a la Abogacía del Estado que eliminase el delito de rebelión por el de sedición y, con ello, ha torpedeado la separación de poderes y el Estado de Derecho. Menos mal que la Fiscalía no se ha plegado, de momento, a los intereses del PSOE, Podemos y los políticos catalanes que incumplieron todos los preceptos y mandatos constitucionales hace ahora poco más de un año. Pero el daño ya está hecho. Hemos visto un vicepresidente de gobierno in pectore, Pablo Iglesias, negociando con presos en diferentes presiones para lograr aprobar unos presupuestos generales. Un presidente y su gobierno amenazando al Poder Judicial de eludir sus decisiones mediante un indulto sin precedentes a aquellos que atacaron y atacan al país que teóricamente representan.

 

A Pedro Sánchez apoyando el delito de rebelión en la oposición y negándolo como presidente del gobierno, uniendo a ello la chanza de la vicepresidenta, Carmen Calvo, con los periodistas en rueda de prensa. Urge pedir al centro derecha español, PP y Ciudadanos, que convoquen una manifestación a todos los españoles de bien que así se sientan, por la defensa de nuestro Estado de Derecho, la Constitución y los valores democráticos que votamos hace ahora cuarenta años.

 

Y, de paso, por la petición de la convocatoria de unas elecciones generales que nos permitan tener un gobierno y un presidente elegido en las urnas capaces de defender la Constitución, a España y a su bandera. Es una responsabilidad de todos preservar nuestra democracia y los valores que representa. Aunque sólo sea por no repetir la historia reciente española.