Las diatribas del Málaga CF y el Unicaja durante las últimas semanas, unido a las tertulias del Mundial en Radio Marca Málaga, han evitado que me hiciese eco de la justa reivindicación de un buen amigo mío. El maestro de la Semana Santa de Málaga y su provincia, a la par que ilustrado en materia religiosa y el arte que las alumbra en toda España, Adolfo de Clemente, vuelve por sus fueros. A nuestro amigo Antonio Guadamuro, que nos dejó hace apenas unas semanas, pide Adolfo a nuestro alcalde Paco de la Torre, le sea concedida una calle con su nombre.
Y nuestra redacción de deportes se suma a esta petición que no tendría que ser solicitada ahora sino que el Ayuntamiento de nuestra ciudad debería haberle concedido en vida. La Málaga madrastra habitual ha vuelto a hacer de las suyas con este hijo suyo que nació a los pies del Marqués de Larios. Que pregonó a los cuatro vientos durante casi 50 años porque merece la pena sentirse malagueño, y le contó a toda España cada uno de los sublimes momentos de nuestra Semana Mayor.
La describió y la narró como nadie con su gracejo particular a través de la CADENA COPE, Radio Popular. ”Guada”, fue también uno de los padres del baloncesto malagueño y narró para todo el pais el primer cuarto puesto de España en un mundial de baloncesto ,el de Colombia, o la medalla de plata en Los Ángeles. Entre otras muchas cosas Antonio Guadamuro fue durante décadas santo y seña para el periodismo malagueño.
Ahora que se nos ha ido a su tribuna celestial es de justicia que el Ayuntamiento de Málaga le premiase con una calle a su memoria.