Ignoro en qué medida -es probable que, salvo para los lectores de nuestra web y los fieles oyentes de Radio Marca Málaga quizás ninguna- tuvo eco o influencia en la plantilla y el técnico del Unicaja mi opinión de hace apenas tres semanas. En aquella ocasión aludí a una responsabilidad institucional para con el club del entrenador, jugadores, directivos y del presidente, Eduardo García. Fue el día antes del partido en casa frente al Bayern de Múnich. Nadie daba un euro por los nuestros y pasaron con gran autoridad.
Ahora que el "milagro" que se ha producido lleva camino de acabar en título de la Eurocup, hay que darle a Joan Plaza todo lo que solicite, dentro de un orden, de cara a la próxima temporada. ¡Caray!, regresar a la Euroliga ganando un título europeo y por la puerta grande no se consigue todos los días.
Plaza ha conseguido grandes logros por casi todos los sitios donde ha sido el primer entrenador del equipo. Lo de Málaga ya empezaba a ser extraño. Y ahora todo el club debe estar unido en torno al objetivo y tratar de tener al catalán lo más contento posible. A fin de cuentas, además de una plantilla más larga, sólo está pidiendo un base de verdad, algo que se necesita en este club desde que se fue Carlos Cabezas. Y que los viajes sean los propios de un club que quiere jugar la Euroliga. Digo yo que tampoco es tan difícil dárselo.
Por lo demás, Joan Plaza se merece un respeto por parte del club y de la afición. Ha recuperado al equipo desde la defensa y los jugadores tienen fe ciega en sí mismos. Teniendo en cuenta de dónde veníamos es un éxito rotundo.