Estas líneas no son ni para la abrupta salida de Javi Gracia del Málaga CF, poderoso caballero es Don Dinero, ni para asegurarles lo que en esta web deportiva adelantamos el domingo, que Juande Ramos será su sustituto en el banquillo si las conversaciones no se tuercen.
No son para hablar del corazón destrozado del jeque, su principal valedor, por el portazo de Gracia. Tampoco son para recordar que a iconos como Vicente Valcarce no se les debe despedir por la puerta de atrás, ni es bueno cesar un equipo directivo entero y luego cinco meses después a los designados para sustituirles. Tampoco son para dejar claro lo evidente: el hombre fuerte de este club es Carlos López, y a estas alturas es absurdo negarlo, unido a que los que lleguen ahora a ocupar ciertos cargos en la zona noble del Málaga CF deberán tomar nota de esta circunstancia.
Todas estas cuestiones me parecen hoy banales y de poca importancia al lado de la principal: se nos ha ido para siempre Kiko Álvarez de Toledo. Ahí es nada. Melillense de rancio abolengo, con un carácter arisco pero afable, intenso pero entregado a los demás, malo únicamente para sí mismo y amigo de sus amigos como me demostró en más de una ocasión.
En lo humano y en lo personal se me va a la Tribuna Celestial, donde ya hay otros muchos malaguistas insignes, un compañero de horas y horas en la redacción del Diario Málaga Costa del Sol, de partidos de fútbol sala, de alguna que otra juerga y con un corazón que no le cogía en el pecho, aunque a veces su apariencia dibujase lo contrario.
Aquellos maravillosos años de finales de los ochenta y principio de los noventa. Aquellas tardes de fútbol base y, sobre todo, de fútbol femenino con su Atlético Málaga del alma y su Isa Guerrero junto a su inseparable Manuel Hernández Navarrete. ¡Qué tiempos! Quién pudiese volver a ellos.
En lo profesional se nos ha ido uno de los más grandes redactores gráficos deportivos que ha tenido la Málaga deportiva a todos los niveles. A sus 57 años nos deja huérfanos de su objetivo, de su visión detrás de la cámara fotográfica, de su experiencia en cientos de recintos deportivos y de su sapiencia para captar lo más importante de cada evento.
Los compañeros de SUR le acogieron al igual que el Málaga CF en estos últimos años después de que la crisis del periodismo, como a otros muchos compañeros, le golpease vilmente. La Fundación del Málaga CF se va a hacer cargo de los gastos de su sepelio en un detalle que honra a su responsable, Lucas Rodríguez, y al Sheikh Al Thani.
Se me va un amigo -desgraciadamente, con los años la vida te da estos palos a los que no te acostumbras nunca, pero Kiko nos deja un legado de instantáneas gráficas impagables. Hoy la excelsa redacción del Diario Málaga Costa del Sol, de forma especial Mariano Pozo, otro grande; el bueno de Paco y Arciniega, qué espectáculo de profesional; tienen sus cámaras de luto riguroso. Los demás, junto a ellos, la pena en el alma, especialmente otro melillense insigne como él, Julián Romaguera.
Descansa en paz, amigo. Cuando llegues ahí arriba y San Pedro lo disponga todo para sentarte a la derecha del Padre dale un beso enorme a nuestra amiga Cuevas, nuestra Carmen. Seguro que ya te espera para que le des una vuelta con tu moto como en los viejos tiempos, del barrio de la Victoria a La Rosaleda.
Hasta siempre, amigo y maestro.