Después de un pestiño de primer tiempo donde el Málaga CF llevó el peso del partido pero sin crear apenas peligro, aunque sí un serio desgaste físico del rival como se pudo comprobar en el segundo período, los malaguistas lograron un valioso triunfo frente al Deportivo (2-0).
Aclaro lo de valioso. La derrota en Mestalla, pese a que fuese previsible, dejó demasiadas dudas sobre el potencial de esta plantilla. Muchas de ellas se aclararon anoche, a mi entender, pese a la victoria, no precisamente para bien. El cúmulo de lesiones y adversidades que ha sufrido este equipo, calendario inicial incluido, ha puesto a prueba la paciencia de su afición hasta llevarla al límite. Por cierto, ayer los seguidores otra vez de diez casi llenando el estadio pese a la hora, el rival y el partido en abierto.
La plantilla es la que es y aunque Javi Gracia cada vez se parece más al mago de Hoz, va a llegar un día que le sea imposible arreglar ésto. Valioso triunfo porque al once inicial, revolución al margen del navarro, le faltaban piezas de enjundia. Ni Amrabat, ni Camacho, ni Roque Santa Cruz, unidas a otras importantes hasta ahora para el míster, como Angeleri. Pablo Fornals y Ricardo Horta jugaron en el segundo tiempo, cuando llegó el debut de Espinho (me reservo mi opinión de momento), y dieron la frescura necesaria al equipo, especialmente Fornals que va para figura.
Valioso triunfo porque en el entorno ya sonaba el ruido de sables previo al cese de cualquier entrenador y ésto no varió un ápice la forma de plantear y estudiar el partido por parte de Gracia. Lo dijo el miércoles en la tertulia de Radio Marca Málaga Salva Ballesta: "Javi tiene las tres condiciones indispensables para ser un buen entrenador. Es trabajador, estudioso del fútbol e innovador". Ayer innovó y le salió redondo.
En la segunda mitad, el desgaste al que sometieron al Depor por la banda izquierda Tighadouini, Boka y Juan Carlos acabó dando sus frutos y el gol del holandés de origen marroquí de falta directa así lo confirmó. Ya antes, a pase de Juan Carlos, marcó Charles, pero Velasco Carballo, que en su día hizo un roto al Málaga CF en la vuelta de la Copa del Rey frente al Ath. de Bilbao la pasada temporada, lo anuló a instancias del asistente.
La labor de contención de Tissone, con Recio de escudero de oro hasta su lesión, desgastó completamente a la medular deportivista y pese a los cambios de su joven entrenador los coruñeses no reaccionaron.
En las postrimerías del partido, Juan Carlos, raudo y veloz, aprovechó un error defensivo en el rechace para continuar la jugada y apurar hasta la línea de fondo cruzando el esférico al lado contrario de Lux y materializar el 2-0 definitivo. Su cuarto gol en cien partidos, anoche se lo mereció, pero imagino que captan mi ironía.
En definitiva, triunfo de oro en plena tempestad y en semana revuelta. El serial de los milagros de Javi Gracia continúa y ojalá que todos lleguemos vivos al último capítulo cuando Husillos tenga a bien darle un equipo competitivo y se pueda aspirar a otras cosas que sean diferentes al sufrimiento inmisericorde.
