El Duque de Santo Mauro fue un hombre influyente de la época y decidió construir su palacete rodeado de dos edificios más, al margen del principal, en el exclusivo barrio madrileño de Chamberí. Rodeado de otros palacios y con la presencia habitual de visitantes ilustres, como el famoso diseñador de moda Valentino, el grupo hotelero AC lo ha sabido mantener, de la mano de su magnífica directora, Amaia Echeverría, entre los hoteles más distinguidos de Madrid.
Por motivos que no vienen al caso pero que mis habituales lectores y oyentes pueden imaginar, este fin de semana de la goleada del Levante al conjunto de Javi Gracia lo pasé en la capital del Reino. Al lado de dos extraordinarios profesionales de la hostelería de alta escuela que forman parte del equipo de este hotel de época, Paloma González y Carlos Oliva, pude ver en directo la debacle blanquiazul.
Cierto es que el colegiado ayudó lo suyo para que David Barral y el cuadro levantino pudiesen darle la vuelta al marcador, pero queda lejos del trencilla que fuese el actor principal del desastre. Para ello, en mi opinión, debemos viajar en el tiempo hasta la rueda de prensa de Mario Armando Husillos, director deportivo de la entidad malaguista, la semana pasada. Raro en él, porque goza de una experiencia, saber hacer y habilidad concluyente para contar sólo lo que le conviene, pero se excedió en demasía con la sin hueso.
Primero reconoció que a Camacho le quisieron fichar desde el Inter de Milán, tal y como adelantamos en MÁLAGA FM – RADIO MARCA, poco antes de las vacaciones navideñas. Después, reconoció que ya no quedaban objetivos posibles para retener a Camacho en el club cuando llegase el mercado veraniego. Tras el primer mazazo para dejarle claro al internacional que se irá este verano llegó las andanada a Sergio Sánchez.
"O contesta a nuestra oferta ya o no podemos esperarle más. Tiene las puertas abiertas pero el club ya trabaja en la búsqueda de otros centrales e igual cuando responda ya es tarde. Claro que, como hacemos nosotros con otros jugadores que ya están casi libres, igual ya ha fichado por otro club".
¡Hala!, bofetón en toda la boca a Sergio Sánchez. Resultado: Sergio fue un desastre en el Ciudad de Valencia.
"Tenemos que clasificarnos para Europa sin que sea una obligación". Pues ni una cosa ni la otra pero la desmotivación a la plantilla sobre objetivos que cumplir resultó evidente. Como es natural, todas estas cosas han repercutido en el seno del vestuario y veremos hasta dónde llegan las consecuencias.
De momento, mientras yo veía junto a Amaia Echeverría el encuentro en este AC SANTO MAURO, me preocupó y mucho que se repita la historia de aquel MÁLAGA CF de Fernando Sanz que renunció a jugar competición europea por miedo al descenso la temporada siguiente. Y el que avisa no es traidor.