Asociar al histórico hotel Meliá Los Lebreros la historia reciente de la capital hispalense y, con ella, buena parte de la Sevilla moderna desde los años setenta hasta nuestros días es de justicia palmaria. Reconocer que Alfonso López, su director, ha conseguido modernizar sus instalaciones y la atención al cliente es un mérito que no debe caer en saco roto a la hora de evaluar su labor diaria en este coloso de la hostelería hispalense. Le ayudan en ese trabajo Miguel A. Moral, guest experience, pendiente siempre del más mínimo detalle para los clientes, y Daniel Olmedo, en el control de la recepción del amable Daniel Olmedo.
Y ustedes se preguntarán si hemos cambiado la web de deportes por una de hostelería. No, no ha ocurrido, aunque ya saben mi costumbre de elogiar aquello que pienso necesario y hacer lo mismo a la inversa exactamente igual.
Grande, muy grande, es el momento también del fútbol malagueño. El Málaga brilla con luz propia en la Liga de las Estrellas y, no conforme con ello, ha dado un paso espectacular integrando al Atlético Málaga femenino en la entidad. Se hace justicia con Isa Guerrero, la eterna capitana y vicepresidenta, al tiempo que con Manuel Hernández Navarrete, el precursor del club. De paso, en las vitrinas de La Rosaleda ya hay un Liga, una Copa del Rey y una Supercopa de España, que las chicas ganaron en su día con la ayuda económica de Ferretería La Paz.
Mientras tanto, Francisco Alarcón “Isco” emula en la selección española el éxito rotundo de sus antecesores malagueños, Juan Gómez “Juanito” y Fernando Hierro. “Iscodona”, como le bauticé en su momento, asombra a propios y a extraños -como es natural a mí no, con un fútbol de muchos quilates y una excelencia extraordinaria. A ello esperamos unir a nuestro malagueño de adopción Ignacio Camacho, que va a debutar frente a Alemania en su primer partido como internacional con la Roja. En fin, que la capital de la Costa del Sol puede decir aquello de carpe diem y no sonrojarse con ello.
