Se mereció el Málaga mejor suerte que un triste empate a cero frente al Levante y, sin embargo, en Cornellá frente al Espanyol la suerte la tuvo de cara. Tras tirar cuarenta y cinco minutos, auténticamente infumables, del encuentro, los hombres de Javi Gracia fueron capaces de reaccionar en la segunda mitad para empatar e incluso levantarse tras el gol de Stuani en el minuto 89. El golazo de Duda contó con la colaboración del guardameta Kiko Casilla, que se tiró algo tarde para poder llegar al zurdazo a balón parado del portugués.
El partido fue malo de solemnidad, el peor del cuadro costasoleño en lo que va del campeonato, pero el tanto de Duda hizo justicia al marcador final. Camacho volvió a ser un coloso para el resto del equipo y logró un tanto de delantero listo después de que Luis Alberto sacase un córner al corazón del aérea impecablemente botado.
La lectura que deben sacar los malaguistas es sencilla: "No se puede entrar al campo sin la intención de correr". Efectivamente, la nula intensidad inicial del equipo y la aparente poca reacción desde el banquillo en la primera mitad fue diametralmente opuesta a la actitud tras la reanudación. Si a ello unimos que el segundo gol espanyolista viene de una falta inexistente y de otra previa a Amrabat, que hubiese supuesto la segunda amarilla para Javi López, debemos hablar de un empate justo entre los contendientes.
Como título en el encabezamiento, "el fútbol tiene estás cosas", el Málaga salió indemne de su indolencia en la primera mitad ante el Espanyol, y no fue capaz de ganar al Levante después de acosarle hasta la extenuación.
