Vayan por delante, como siempre he dado desde su llegada, mis 150 millones de gracias a Al Thani por los otros tantos millones de euros invertidos en el Málaga y por habernos hecho vivir el sueño de disfrutar de una Liga de Campeones. Ningún empresario local ni nacional hizo semejante gesto por el club blanquiazul en toda su historia.
Ahora, de ahí a tener que besar el suelo que pisa, pues va a ser que no. Porque aquella inversión estaba muy bien, pero con un inconveniente, que esto no es una tienda de ropa donde te compras artículos y los guardas en el armario. Esto es un club de fútbol donde te gastas la pasta gansa en adquirir jugadores y luego los tienes que mantener incluso pagando aún más en salarios de lo que te gastaste en el traspaso. Requiere continuidad en la inversión porque, de lo contrario, la deuda crece irremediablemente. Y por eso el Málaga lleva tres veranos deshaciéndose de sus mejores piezas y gastando el dinero de esos traspasos en asumir los salarios de los que se han ido y de los que se quedan.
Por eso, entre otras cosas, ha tenido que vender a Willy Caballero al Manchester City. Y por una cantidad muy lejana a los 20 millones de su cláusula de rescisión. Si no hubiera necesidad de afrontar algunos pagos inmediatos, como devolver el dinero adelantado por la AFE para pagar los salarios de enero y febrero, el Málaga hubiera tenido la fuerza necesaria como para exigir el pago íntegro de la cláusula. Pero como no es así, y Pellegrini, además, sabe de primera mano cómo es la verdadera situación económica del club, pues nos hemos tenido que conformar con 7 millones más otros 4 en bonus.
Es lógico que siente mal, pero por desgracia es lo que hay. Ahora bien, lo que no es de recibo es que aparezca Al Thani afirmando a través de un comunicado oficial en su perfil de facebook -¿por qué no lo hace como todo presidente en la web de su club?- que el Málaga no tiene necesidad de vender a nadie y que si Willy se va es porque el argentino quiere. Toma ya, ahora resulta que la culpa es de Willy.
Encima, sus palabras dejan en muy mal lugar a los responsables del día a día del Málaga, es decir, a Vicente Casado, Manuel Novo y Mario Husillos, entre otros. Porque si no hay urgencias económicas, ¿cómo que no han sido capaces de negociar una venta más lucrativa para sacar 20 millones por Willy?
Una de tres, o los directivos citados son muy malos gestores y peores negociadores, o el jeque no conoce la verdadera realidad de su club-empresa, o es que vive en otro mundo distinto al del resto de los mortales y seguidores malaguistas.
Con lo bonito que fue…