Al parecer, la suerte está echada. Javi Gracia, si nadie lo remedia en las próximas horas, será el nuevo técnico del Málaga para la temporada que viene. Sin duda alguna, supone un retroceso de 360 grados en el proyecto iniciado con la llegada de Bernd Schuster, además de una auténtica decepción para la afición malaguista.
En todas las redes sociales, opiniones en las diferentes páginas webs, medios de comunicación escritos o emisoras de radio de nuestra ciudad, la respuesta de quienes han tenido a bien opinar es la misma: no lo quieren como entrenador blanquiazul.
Lamentablemente, desde el club no se dan señales de tener la intención de escuchar a la afición, y Mario Armando Husillos se ha empecinado en ficharle de la misma forma que
puso toda la intensidad posible por romper la vinculación con Schuster. Una decisión que no ha ido unida a la búsqueda de un entrenador de garantías y del prestigio del que se ha ido.
El director deportivo costasoleño ha apostado todo o nada a un entrenador, que es un gran trabajador y con un cierto nombre entre muchos dirigentes del fútbol español, aunque con un pobre currículum que ofrecer. Dicen que rectificar es de sabios, ¿habrá alguno en el Málaga?
