@JuanjeFernandez || Dos semanas quedan para que finalice el mes de enero y por ende lo haga el mercado de fichajes invernal. Es el tiempo que tiene Manolo Gaspar para rematar las múltiples operaciones que tiene abiertas, especialmente en el apartado de salidas, ese que tiene que desbloquear la situación de un Málaga CF que apenas sí ha conseguido progresar en la lista de tareas que tenía marcadas para este turbulento inicio de 2020. Dos son los principales nombres propios que tiene el paleño en los papeles que inundan su despacho, dos posible ventas que facilitarían su labor como director deportivo y que darían al cuadro de La Rosaleda un balón de oxigeno tan necesario como obligatorio.
Estos dos nombres son los de Keidi y Antoñín. Las dos ventas que ayudarían al club a llegar, junto a lo ahorrado por ese siniestro plan de viabilidad del que hablaba Shaheen hace unos días. Pero ahí entra la figura de Al-Thani. El catarí no está dispuesto a vender a estos dos canteranos, llevando la contrario incluso a su mano derecha, un Shaheen que no ha conseguido que el presidente comprenda la gravedad de la situación. Manolo Gaspar ya ha dejado claro a Getafe, Rayo o Villarreal, que no regalará a sus jugadores, pero también tiene claro de que tarde o temprano tendrá que ceder en las negociaciones sí de verdad quiere sacar a estos futbolistas del equipo y añadir unos millones a ese límite salarial que tiene ahogado al equipo.
El director deportivo blanquiazul ha acordado con los clubes con los que habla que tanto el de La Palmilla como el albanés tengan la opción de terminar la Liga en Martiricos pase lo que pase, pero ni por esas el presidente está dispuesto a escuchar a sus trabajadores. Una práctica muy habitual en el consejo de Administración del cuadro costasoleño. No hay que olvidar otras operaciones truncadas por el máximo accionista del club, que ya frenó por ejemplo la salida de Luis Hernández este pasado mercado estival o la venta por cinco millones de euros de Diego González, rumbo al Ausburgo de la Bundesliga.
