@Pedromartinper | Quería hablar solo de fútbol, pero lo que rodea hoy al Málaga es todo menos lo meramente deportivo. Sergio Pellicer habló por primera vez como entrenador del primer equipo después del despido de Víctor Sánchez del Amo, con el cual ha hablado y le ha transmitido todo el apoyo del mundo en estos momentos “tan delicados”.
Sergio, un hombre de club como él mismo se definía, ya conoce a gran parte de la plantilla después de ser ayudante hace varias campañas, por lo que no le pilla de nuevas esta aventura: “Queremos centrarnos en transmitir tranquilidad. Hoy ha sido el segundo entrenamiento. Mañana haremos activación y a jugar. Somos un equipo unido, conozco a la mayoría porque fui ayudante hace poco y el grupo está unido, saben de sus posibilidades”.
La llamada del club para dirigir a la plantilla le cogió por sorpresa, o más bien, preparando el encuentro del filial del pasado domingo: “El sábado entrené con el filial y surgió eso. Estaba preparando el partido y me llamaron. Quiero mostrar el apoyo personal a Víctor en un momento delicado, le dimos ánimos ante toda esta injusticia que ha vivido”.
“Llevo 6 años aquí. No creo que haya que haya que interiorizar nada, para el entrenador es una situación incómoda. Nosotros asumimos el cambio con normalidad. Hablamos del partido del martes, siempre pensamos en el pasado y futuro, y no en el presente, que es lo que hay que mejorar para que venga bien el futuro”, afirmó el técnico nacido en Nules.
De todos es sabido el buen trabajo que venía haciendo Víctor y el resto de su staff. Seguir la línea continuista con un par de modificaciones es el camino utilizado por Pellicer para lo que dure su estancia al cargo de los ‘mayores’: “Es una situación peculiar. Es un equipo en el que hay que aprovechar el buen trabajo del cuerpo técnico anterior. Continuar con ciertas cosas que le podemos dar matices, pero, sobre todo, aprovechar lo bueno. Pensamos que podemos estar mucho más cerca de la victoria. Tenemos que transmitir esa energía de ser protagonistas y valientes, que crean en esa idea es importante”.
Más serio estuvo el técnico cuando le preguntaron sobre las razones que le hicieron aceptar el cargo, aunque lo resumió en una sola frase, ser un hombre de club: “Soy una persona de club y saben lo que hemos pensado, saben cómo soy. No tengo egos ni avaricia, he hablado con Víctor y está todo zanjado en este tema. Esa pregunta significa que no estamos hablando de fútbol y yo he venido a hablar de fútbol. Uno se expone a la crítica y no pasa nada, yo no tengo que decir si es justo o si no lo es”. A lo que prosiguió: “Son situaciones delicadas, sino no estaría aquí. No tengo problema porque lo asumo con naturalidad. Quiero transmitir tranquilidad a los jugadores, vamos a salir mañana con la idea de sacar los tres puntos, con la ilusión de ganar. Todo lo que rodea por detrás al equipo nos encargamos de mantenernos al margen”.
El exjugador malaguista o valencianista, entre otros, asume esta nueva responsabilidad con total confianza y humildad. No olvida que hace relativamente poco estaba entrenando en un campo a 500 metros de La Rosaleda: “Yo solo pienso en el partido. Lo que hemos trasladado es entrenar como si no hubiese un mañana, eso tenemos que trasladar. Los futbolistas son los que salen al campo y los que están expuestos a todo, lo del entrenador es una silla eléctrica, por lo que no me pilla por sorpresa. No nos tiene que importar esa silla. Asumo con total naturalidad, estoy para ayudar y transmitir tranquilidad en el trabajo del día a día. Yo hace seis años entrenaba en La Virreina, por lo que me lo tomo con naturalidad”.
Un punto a favor para el club y jugadores es que conoce a toda la estructura y canteranos. Lo que algún día sufrió en sus carnes con las llamadas de Víctor a sus jugadores, hoy los puede disfrutar si así lo desea: “Conozco perfectamente al filial y lo que he visto día a día en partidillos contra el primer equipo. Es momento de unir, no de dividir, de centrarnos porque en estas ruedas de prensa hablamos del partido. Todo lo que sea hablar de lo que no es fútbol estamos perdiendo el partido. Es momento de estar juntos, sobre todo, el equipo. Al final la cabeza y actitud son importantes, la mentalidad en sí. Se tienen que sentir cómodos y siempre con una pelota de por medio, eso es lo que hemos querido transmitir”.
“El anterior técnico tenía seis fichas del filial, es lo que hay, solo pueden ir seis y soy un amante de los jugadores, ellos se tienen que ganar las oportunidades. Con el contexto de la plantilla han aparecido oportunidades de la cantera que ya son patrimonios del club, es un momento donde se les asume demasiada responsabilidad y ellos están solo para ayudar”, añadió sobre una cantera que le está salvando las espaldas a la entidad boquerona.
Por último, y después de afirmar que Buenacasa está listo para competir, mandó un mensaje a la afición para apoyar al equipo en la tarde de mañana: “Dudaría que la afición no esté al lado de los jugadores, no se les puede pedir más. Tenemos que dar nosotros. Ellos estarán con el equipo, hay que reconocer que venimos de tres años llenos de decepciones. Ante las adversidades siempre están ahí. Lo importante es lo que se traslade en los 90 minutos de juego. Las victorias dan calma y esa es la idea”.
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