@Pedromartinper | Todos sabían del complicado año que le esperaba al Malagueño. Era evidente que con la situación del club, con 17 fichas profesionales de las cuales varias de ellas no están capacitadas para el nivel de la categoría, era obvio que iba a repercutir en el equipo filial, como si de la expansión de un virus se tratase.
Las llamadas de Víctor a los canteranos para entrenamientos y partidos trastoca todo el organigrama de Sergio Pellicer, como reconoció en una entrevista para Radio Marca Málaga, de cara a los encuentros y los planteamientos del mismo. Es hasta el mismo viernes cuando el técnico del B sabe con quien puede contar y con quien no. Y así es imposible exigir resultados.
Aún así, el Malagueño ha terminado en la zona noble de la clasificación en el parón invernal, aunque ni mucho menos era el objetivo fijado a principios de campaña, donde se esperaba estar al menos entre las cuatro primeras plazas antes de la llegada de Navidad. A las dificultades en cada una de las convocatorias, donde el filial tiene que acudir al División de Honor para subir jugadores, hay que sumarle el bajo rendimiento de algunos hombres que no están dando el nivel esperado como Karamoko y Juan Cruz o la irregularidad en el juego de Abqar.
Además, dada la juventud de los pupilos de Pellicer, la inexperiencia de algunos en la categoría es un punto desfavorable con otros conjuntos veteranos en la Tercera División, donde equipos como Jaén, Almería, Ejido o Linares se escapan en la maratón hacia la Segunda División B.
