@Danielnz97 | Horas convulsas y dramáticas las de este lunes por la noche, día en el que se cerró el mercado de fichajes. El Málaga, sin margen para inscribir jugadores, necesitaba dos delanteros para completar una plantilla igualmente insuficiente. Llegó Lorenzo González primero y, después, el ex del Levante Sadiku.
Y es que dadas las dificultades para dar salida a futbolistas con altos salarios como Juanpi, Keko, Juankar o Luis, por ejemplo, la solución pasaba por ampliarles el contrato, con la consecuente bajada para este curso. En el caso del central, única oficial hasta el momento, su prolongación alcanza el año 2024. Es decir, la cantidad total es la misma pero dividido en más temporadas. Así, más la rescisión de Tigha, es como el Málaga consiguió algo de margen para poder inscribir a los nuevos.
Luis Hernández llegó a las instalaciones de La Rosaleda este mismo lunes por la noche para resolver su situación. Cabe recordar que el ex del Sporting de Gijón pudo salir durante este mercado de fichajes al Alavés por 1,5 millones de euros, pero el máximo propietario, Al Thani, decidió que su venta no era la mejor de las opciones para la entidad. De haberse marchado, el Málaga se hubiese ahorrado algo más de 2,5 millones (ficha incluida), por lo que hubiese podido resolver varias operaciones como la de aquellos que se han quedado fuera (Okazaki, José Rodríguez, Mula e Iván).
