VOTO DE CASTIGO (0-1)

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Leschuk se lamenta en una jugada // LaLiga

@Danielnz97 || Jornada de reflexión para pensar en la victoria. Y ya si eso en el ascenso directo. Clima a favor con la mejor entrada de la temporada (23.621) que invitaba a soñar con otro triunfo. Más si cabe tras el estreno de Víctor Sánchez del Amo en Santo Domingo (1-4). Goleada imperial para ilusionar al malaguismo, deprimido por la mala racha en 2019. La afición depositó su voto de confianza en el nuevo técnico tras un Viernes Santo esperanzador. ¿Espejismo o realidad? Eso parecía dilucidarse en esta nueva cita en La Rosaleda. Desde el 19 de enero sin ganar en casa (Lugo, 2-1) y rival directo enfrente. Prueba de fuego para un equipo -este Málaga 2.0- aún en examen.

 

No aterrizó mal el Mallorca en Málaga. Provocó una precoz falta en territorio local a modo de aviso. Sondeó el conjunto de Víctor a su rival y empezó a jugar. Y lo hizo por la izquierda. Como vaticinaban las encuestas. Olvidó la derecha y le concedió todo el protagonismo a Ontiveros, dispuesto a hacer de apoderado del encuentro. Cayó al césped dos veces en el primer cuarto de hora. En el 7’ y en el 14’. Misma zona y misma reacción en una y otra. Pidió penalti el público, reclamaron tarjeta (sobre todo en la segunda) los visitantes y gesticuló el árbitro Pérez Pallas, que dejó claro que no había nada que pitar. Entre caída y caída, los rojos rozaron el gol. Falló Keidi Bare en la salida, repitió Lombán en el despeje y remató de cabeza libre de marca Budimir. Munir votó en contra y salvó el tanto.

 

Se prolongó el monólogo de Ontiveros. Recuperación en campo contrario y disparo desde la frontal a las manos de Manolo Reina, que pese a su pasado malaguista tampoco se salvó del popular cántico que la grada de animación realiza a los porteros contrarios. Un centro del marbellí hacia Leschuk, que batalló en la circunscripción del área con Valjent -aquejado de falta-, cuyo remate, sin confianza, acabó en las manos del guardameta. Otra vez el extremo, ahora desde el córner, asistió, ahora a Adrián González. Movimiento sublime del madrileño para ganar el espacio y cabezazo que se marchó fuera. Salva Sevilla vio la amonestación por frenar al protagonista del choque y Adrián volvió a saborear el gol con un disparo raso que Reina despejó con una fantástica intervención.

 

Fue Manolo Reina también uno de los más destacados de la primera mitad. Por lo bueno y por lo malo. Salvó a su equipo y falló en alguna que otra salida de balón. Mucho riesgo, como el del Málaga en los saques de esquina a favor: dos defensores para dos atacantes. Quiso aprovechar esto en más de una ocasión el guardameta de Villanueva del Trabuco. Cambiaron de banda Lago Junior -desaparecido y sin representación alguna- y Aridai. Lombán continuño cruzando balones hacia Ontiveros, que siguió siendo el más destacado, pero ya con menos acierto. Dani Rodríguez resopló tras la intervención de Munir, que sacó el brazo a pasear -y a algo más- y dejó el marcador a cero. Trallazo de Leschuk para cerrar una divertida primera mitad que Ricca abandonó con molestias en su tobillo izquierdo.

 

Poco hizo cambiar el paso por vestuarios. Iniciativa local, con propuestas y con un programa en el que los goles estaban recogidos. La práctica ya fue otro asunto. Entre las medidas de este nuevo Málaga de Víctor Sánchez del Amo hay algunas claras: búsqueda constante a los extremos (algo más a Javi Ontiveros) y, si puede ser, que sean en largos y en diagonal; tres (delantero y los hombres de banda) jugadores fijos arriba aunque ataque el contrario; y salida de balón limpia. Ricca se tuvo que ir al banquillo lesionado -Diego entró por él- y Salva Ruiz y Budimir acompañaron a Sevilla (que pudo ver la segunda tras una mano) en la lista de amonestados. El extremo marbellí lo intentó desde fuera del área con un golpeo que se marchó alto. Y todo eso fue lo que pasó en los primeros 25 minutos de una segunda parte insípida y sin aliño.

 

Un centro de Ontiveros que casi caza el ‘Tiburón’ despertó de nuevo a la grada. Renato -que no hizo mal partido- le dejó su sitio a Alejo, obligado a demostrarle a Víctor que puede ser titular. El extremo diestro prosiguió con su idea de ser el mejor. Se plantó en el área, se la dejó a Adrián y Manolo Reina tuvo que aparecer con un paradón decisivo. De lado a lado, a la siguiente le tocó a Iván Alejo: centro para Leschuk, caída dentro del área y reclamo de la grada, que protestó y clamó contra el colegiado. Penalti inexistente, en cualquier caso. Sí que valió la jugada del gol balear en el 86'. Acción por la izquierda de Abdón y centro al segundo palo. Apareció Leo Suárez, que batió a Munir por bajo y provocó la huida de una parte de la afición. Conexión revolucionaria de los dos jugadores que entraron desde el banquillo. Baba y Seleznov completaron los cambios, aunque sin incidencia en el resultado (0-1). Un balón a las nubes del ucraniano como metáfora de su trayectoria en la Costa del Sol. Derrota injusta de un Málaga que baja a la tierra tras la euforia del triunfo en Santo Domingo (1-4).

 

MÁLAGA: Munir; Cifu, Lombán, Pau Torres, Ricca (Diego González, min. 56); Renato Santos (Iván Alejo, min. 72), N'Diaye, Keidi Bare (Seleznov, min. 89), Ontiveros; Adrián y Blanco Leschuk.

 

MALLORCA: Reina; Salva Ruiz, Raíllo, Valjent, Gámez; Salva Sevilla (Baba, m. 88), Pedraza, Dani Rodríguez; Aridai (Leo Suárez, min.79), Lago Junior y Budimir (Abdón Prats, min. 72)

 

GOLES: Leo Suárez (min. 86)