@SuarezRMarca | Un carrusel de emociones ha sido este fin de semana, el de jornada 35 en Segunda, para el Málaga. El debut de Víctor, con goleada incluida en Alcorcón, sirvió para dormir la noche del viernes a sólo tres puntos del ascenso directo y superar momentáneamente al Cádiz y al Mallorca. Pero el sábado llegó el bajón por los triunfos del Granada, Albacete y el propio cuadro bermellón. Sólo el Sporting, de los que estaba cerca del playoff, tropezó con su 0-0 en Tarragona.
El domingo tampoco comenzó con buenas noticias para los malacitanos después del triunfo in extremis del Cádiz frente al Numancia, que llegó con un tanto de Machís en el minuto 95. Todo, por tanto, estaba como al inicio en cuanto a la parte de arriba se refiere, siempre a la espera de lo que haga Osasuna el lunes en Elche.
La tarde, al menos, sí fue más positiva para el Málaga. Segunda derrota consecutiva del Deportivo desde la llegada de su nuevo entrenador, Martí, esta vez en Riazor ante el Extremadura. Por su parte, el Oviedo, que ganaba 2-0 al Córdoba a los 9 minutos de encuentro y que volvió a adelantarse en el 83, vio cómo perdía la ventaja y se tenía que conformar con arañar un punto en el Tartiere.
La consecuencia, que el Málaga, con sus 58 puntos, ya tiene 4 de ventaja sobre el séptimo, el equipo gallego, y 5 sobre los dos conjuntos asturianos. Con los ovetenses, por cierto, tendrá que jugar en tres semanas. Queda un partido menos y el ascenso directo sigue igual de lejos, a 6, pero el consuelo es que la presencia en el playoff está un poco más cerca.