FRENAZO EN CASA BAJO LA MIRADA DE AL THANI

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Muñiz

@Danielnz97 || Llegaban con dudas Málaga y Granada al derbi. Derrota inesperada de ambos en la anterior jornada contra Extremadura y Sporting, respectivamente. Ganas de volver a ganar. Unos, porque parecen tener pánico a salir de casa y solo se sienten cómodos en Martiricos, aunque ya ni eso; los otros, porque llegaban a la provincia vecina con una racha de tres semanas sin sumar los tres puntos. Con la visita de Al Thani a La Rosaleda un año y medio después (559 días) -su último partido como testigo presencial fue el 21 de mayo de 2017, cuando el Real Madrid se hizo con el título liguero-, llegó la primera derrota en casa de los blanquiazules en la actual temporada.

 

17:40 horas de la tarde del sábado cuando los 1.000 aficionados visitantes comenzaban a gritar: “Vamos mi Granada, vamos campeón”. Sacaron de inicio los nazaríes tras un minuto de espera sobre el verde. El reloj marcó las 18:00 horas y el colegiado Soto Grado hizo sonar el silbato. Apenas dos minutos necesitó Juanpi para dar el primer pase filtrado. Asistencia a N’Diaye, que se asomó sorprendentemente por banda derecha, y primer susto a la zaga rojiblanca. Poco tardaron los rojiblancos en responder por ese mismo costado: batalla atlética de velocistas entre Pozo y Cifu para darle la primera oportunidad desde la esquina a los de Diego Martínez, que iban a tener que tirar de banquillo en el minuto 17 tras la lesión de Álex Martínez, que dejó su sitio a Quini.

 

Turno de Cifu en la siguiente jugada para provocar el primer córner a favor del Málaga CF. Protagonista la banda derecha de los blanquiazules; la contraria para los granadinos, en los primeros 20 minutos de encuentro. Hasta que le llegó el balón a Ontiveros en el costado zurdo. Arrancó el marbellí, se plantó en el área y… se le hizo de noche. Como el cielo de La Rosaleda en ese preciso instante. Y como N’Diaye en el minuto 24, que se durmió en la salida de balón y a punto estuvo de provocar el primer tanto de los visitantes. Galopada de Adrián Ramos y respuesta de Munir para salvar el 0-1.

 

Media hora de encuentro y ni siquiera el poco fútbol o el frío lograron callar a los más de 20.000 malaguistas, que se arrancaron en el 30’ con el inconfundible “Málaga, Málaga, Málaga”. Se animaron los granadinos, que pisaron zona de peligro, aunque sin lograr finalizar y, por tanto, sin incomodar al portero internacional con Marruecos. Una vez más, incisivo e insistente, lo volvió a intentar por banda Cifuentes, que se sacó un máster en la primera mitad por la Universidad de Martiricos de cómo subir la banda una y otra vez, aunque con tanta carrera se quedó sin fuelle para los otros 45 minutos. Con el mismo resultado e igualdad en prácticamente todo terminó una primera parte que dejó pocos momentos destacados.

 

Comenzó la segunda mitad con sorpresa: Pacheco, tras dos partidos sin jugar ningún minuto, entraba al campo por Ontiveros, que no tuvo su mejor tarde. Y, precisamente el de Pizarra, se sacó un pase excepcional hacia Blanco Leschuk que no pudo aprovechar el argentino. Quien sí que aprovechó la suya fue el Granada. Menos de diez minutos después del comienzo de la segunda mitad, en un rechace de un saque de esquina -precedido por una genialidad de Vadillo, que asistió a Quini y puso un centro que logró despejar Pau Torres-, el balón le llegó a Montoro, que tuvo la fortuna de que su golpeo tocara en Lacen y se colara en la portería defendida por Munir para adelantar a su equipo (0-1).

 

Tenía que reaccionar el Málaga CF. Otra vez, como con el Albacete, había que buscar la remontada. Salió con ganas Pacheco, combinó con Harper en el área, pero la defensa evitó que el golpeo de este último tuviese opción alguna de llegar a la red. Reaccionó Muñiz, que dio entrada a Renato Santos y sacó del terreno de juego a Juanpi. Y volvió a atacar el Granada por primera vez desde el gol. Sorprendieron desde la banda los nazaríes, que por medio de Vadillo -asistido por Fede Vico- estuvieron cerca de lograr el segundo. Precisamente fue este último, Vico, el siguiente cambio del partido (por Puertas).

 

Se cumplió el 65’ y llegó un pequeño arreón el conjunto blanquiazul. Dos ocasiones consecutivas, ambas con origen en la banda izquierda, que animaron a La Rosaleda. Primero fue Harper, con un disparo a las manos de Rui Silva; después, N’Diaye, que mandó el balón alto desde la frontal. Se sucedieron los cambios en el tramo final del encuentro: por los locales entraron Haksabanovic -se pasó a jugar con defensa de tres-, que provocó una falta lateral poco después de entrar, y, por los visitantes, el centrocampista Nico Aguirre, que entró por Adrián Ramos. Clara declaración de intenciones de Diego Martínez (Puertas, única referencia arriba) para no dejar escapar el triunfo en el tramo final, en el que tampoco consiguió el Málaga incomodar en exceso al guardameta portugués. Al grito de “que bote Granada” celebraron los nazaríes la victoria por 0-1 en Martiricos.

 

MÁLAGA: Munir; Cifu (Haksabanovic, min. 81), Diego González, Pau Torres, Ricca; Juanpi (Renato Santos, min. 61), Lacen, N'Diaye, Ontiveros (Pacheco, min. 46); Harper y Blanco Leschuk.

 

GRANADA: Rui Silva; Germán, Martínez, Víctor Díaz, Álex Martínez (Quini, min. 17); Montoro, Fede S.; Vadillo, Fede Vico (Antonio Puertas, min. 63), Pozo; y Adrián Ramos (Nico Aguirre, min. 83).

 

GOL: Montoro, con un golpeo que tocó en Lacen (min. 54)