@SuarezRMarca | Tras el pitido final, los gritos contra los jugadores se reprodujeron con más fuerza que nunca. Pero incluso con ellos en el vestuario, los seguidores de la grada de animación demandaron la salida del equipo para que pidieran perdón por una de las peores temporadas que se recuerdan en la historia del Málaga.
Se hicieron de rogar, pero el primero que salió fue Juankar, recibido al grito de "es de los nuestros". Tras él apareció el capitán de la plantilla, Recio, y junto a él fueron sumándose otros como Luis Hernández, Samuel García, Adrián, Rosales o Iturra, entre otros. Si bien estos tres últimos se quedaron detrás de la portería mientras sus compañeros sí se atrevieron a hablar con los enfadados aficionados. Luego fueron apareciendo otros como Keko, Andrés Prieto o Rolan.
Tras varios minutos de charla, con algunos más exaltados que otros, se conformaron con las explicaciones y los futbolistas terminaron marchándose entre gritos de "Málaga es Primera", pero también de "jugadores, mercenarios".