@RadioMarcaMLG | El presidente del Marbella FC, Alexander Grinberg, ha comparecido este mediodía ante los medios de comunicación para realizar una declaración y dar un mensaje de tranquilidad y optimismo a los aficionados de la entidad marbellí. El máximo mandatario ruso ha agradecido “a los aficionados y ciudadanos de Marbella, el apoyo recibido durante este tiempo”. Además ha dejado claro que no piensa vender el club y que su proyecto al frente del Marbella FC está más vivo que nunca.
Grinberg ha reconocido que no era fácil ofrecer esta rueda de prensa pero que “tengo muchos sentimientos y palabras de agradecimiento a nuestra maravillosa afición y a los ciudadanos de nuestra ciudad. Me he sentido apoyado todo este tiempo”. Asimismo ha dado también las gracias “a los trabajadores del club, a los jugadores y al cuerpo técnico. Estoy muy agradecido a todo el equipo, los jugadores han hecho algo increíble”.
El presidente del Marbella FC se ha definido como una persona trabajadora y humilde “y siempre he valorado a la gente trabajadora y en esta difícil situación, la gente ha demostrado su amor a nuestro club y hacia mí”. Alexander ha dejado claro que “nunca jamás en mi vida, ni en Rusia ni aquí en España, he incumplido las leyes y demostraré mi inocencia”. En lo referente a su detención ha querido también pedir que se acabe con ese pensamiento de “que por ser ruso es indicio de delincuente. En el siglo XXI es horrible decir estas cosas y espero que la mayoría de la gente no piense así”.
En lo deportivo ha dejado claro que no tiene ninguna intención de vender el club y que se mantiene firme con el objetivo que confesó en una de sus primeras entrevistas en España “ganar al Barcelona”. Por ello, ha destacado que “aún no lo hemos hecho, así que seguiré trabajando y gestionando el club”.
Asimismo, el presidente ha destacado que este equipo “es el mejor que hemos tenido en estos cinco años que estoy en el club” y se ha mostrado muy ilusionado por seguir creciendo. “Hemos cometido algunos errores pero, tarde o temprano, la gente que trabaja mucho encuentra el buen camino”, ha incidido.
Grinberg también ha agradecido a Antonio Decoz la ayuda prestada en esta delicada situación “es una persona maravillosa”, ha asegurado, al tiempo que ha anunciado una reunión para la próxima semana “para hablar de algunas opciones diferentes”. Así ha confirmado que “siempre estoy abierto a contar con nuevos inversores”. Además ha reconocido que “he recibido muchas ofertas por el club estos años, pero tengo tomada la decisión y yo nunca he querido vender el Marbella porque es parte de mi vida”.
El presidente blanquillo también ha lanzado un mensaje de tranquilidad al técnico Fernando Estévez con el que conversará en breve para tratar una posible renovación. Y es que Alexander Grinberg ya trabaja “pensando en el futuro y en la temporada que viene. Los problemas se quedan atrás”. En este sentido, ha mostrado también toda su confianza en el director deportivo, Jorge Rodríguez de Cózar, “hace 3-4 años estábamos hablando para que volviera al club y no salió esa colaboración. Pero hoy Jorge está en el club y ha sido la decisión correcta. Confío al cien por cien en su profesionalidad y Jorge lleva la parte deportiva y nosotros no le molestamos”.
Alexander ha señalado que “no vamos a tener ningún cambio ahora en el club porque a día de hoy todo funciona como un reloj”. Además ha bromeado con el hecho de que durante su ausencia el club ha funcionado de maravilla con su mujer Yulia, a la que ha querido agradecer su implicación, al frente del Marbella FC.
Por supuesto ha sido a su familia, lo que más ha echado de menos durante esta ausencia “estaba preocupado por mi familia”, pero tampoco ha querido olvidar que “he echado de menos a nuestra afición y al estadio. Tenemos sueños por cumplir y caminamos todos juntos hacia ese sueño”. Así ha pedido que “nos gustaría ver más afición en las gradas y es importante para el equipo que venga la gente al estadio”. Además ha añadido que “el equipo está jugando un fútbol muy bonito, hemos metido muchos goles y ahora no me avergüenzo de pedir a la gente que venga al estadio que estarán satisfechos con nuestro fútbol.
