@SuarezRMarca | La Copa del Rey de baloncesto se le ha complicado sobremanera al Unicaja tras caer derrotado en Tenerife ante un Iberostar que está en racha desde que Katsikaris se hizo con el banquillo isleño. Los tinerfeños, bajo la dirección de Bassas y con la racha de un ex como Vasileiadis, superaron a los de Plaza, que pagaron caro el peaje de jugar en la Euroliga.
Dormidos salieron los malagueños, que se llegaron a ver en el primer cuarto diez puntos por debajo, aunque pudieron reaccionar para cerrar los primeros diez minutos tan solo 2 abajo. Pero fue un claro aviso de lo que les podía pasar -y les pasó- a poco que se relajaran ante un conjunto enrachado y que busca también el torneo del KO.
Nedovic y Augustine, otra vez como ante el Khimki el jueves, tomaron la responsabilidad ofensiva de los suyos para colocarse por delante en el electrónico. Pero el renacido Vasileiadis volvió a hacer lo que mejor sabe: coger una racha en la que le entraba todo. 7 puntos consecutivos que colocaron de nuevo a los locales con una buena ventaja que saborear en el vestuario (42-35).
Tras la reanudación, el Unicaja se recuperó, pero el Tenerife no cedió en su empuje. Trabajo defensivo y alternancia en el marcador es lo que se vivió, aguardando el asalto final que llegaría en el último cuarto. Unos diez minutos en los que los insulares siempre fueron por delante, con un rival que lo intentaba pero no encontraba la forma de culminar la remontada a pesar de los intentos de Nedovic y Díez.
Al final, una victoria dulcísima y valiosísima para un Tenerife que se coloca octavo, desbancando así a un Unicaja que no termina de encontrar la regularidad necesaria para garantizarse la Copa. De hecho, si la primera vuelta acabase ahora, los de Plaza se quedarían fuera. Algo se está haciendo mal.